Con el objetivo de lograr mayor eficiencia y transparencia para equilibrar las cuentas públicas del Estado, el Gobierno provincial implementa nuevos métodos en el proceso de licitación. Al respecto, el gobernador Maximiliano Pullaro, ejemplificó: “El Ministerio de Justicia y Seguridad llevó adelante la licitación de los víveres de los presos que tenemos en el Servicio Penitenciario. Como resultado de ese proceso transparente, de abril a diciembre habrá un ahorro significativo de 6.600 millones de pesos. Vamos a gastar menos, en porcentaje, de lo que se gastaba en noviembre del año pasado y vamos a alimentar mejor a los presos”.
“Cuando las cosas se hacen con honestidad y transparencia, pero además cuando se le pone control a cada recurso que tiene el Estado, pasan estas cosas. Lo primero que hicimos fue ajustar el gasto político. No porque eso vaya a tener un impacto tan importante, sino porque eso nos permite a nosotros, con ejemplaridad, llevar adelante ajustes en muchos lugares y áreas del Estado”, agregó el mandatario. “De esa manera -subrayó-, generamos el programa de Créditos Hipotecarios Nido, porque con esa sola licitación del Ministerio de Justicia y Seguridad (la de víveres) ahorramos más de lo que vamos a invertir en este programa”, afirmó el gobernador. Vale señalar que la Provincia destina a estos créditos 8.000 millones de pesos, y que el programa en general, que se concreta junto al Banco Municipal, totaliza 60.000 millones.
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Eficiencia en el Estado
La compra de alimentos para el Servicio Penitenciario, que generó un ahorro significativo, “permitió mantener el mismo nivel de prestaciones (la misma cantidad y calidad de alimentación de reclusos penitenciarios), utilizando menor volumen de recursos. Estos recursos que se pueden liberar manteniendo las prestaciones, permiten redireccionar recursos hacia otras necesidades también prioritarias como el hábitat. Los recursos que liberan una mejor forma de aprovisionamiento del servicio penitenciario permitirán cubrir un 80% de los aportes para la instrumentación de créditos hipotecarios del programa Nido”, agregó el ministro de Economía, Pablo Olivares. El funcionario explicó que “para considerar la eficiencia en el Estado hay que considerar dos variables. Por un lado, las prestaciones, es decir la cantidad de bienes y servicios que se brinda, tanto en cantidad como en calidad. Y por otro lado los recursos que insumió esas prestaciones”, describió.
“Por supuesto, es imposible pensar en eficiencia sin contar con capacidad para innovar, tecnología para mejorar productividad y la integridad de las personas que deben asumir el sacrificio de salir del statu quo”, enfatizó Olivares.
Eficiencia en hechos
Ejemplo de esto, valoró el ministro, es el trabajo realizado desde el Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano, desde donde se hizo un trabajo de control y se observaron comedores y lugares de asistencia social que recibían recursos pero no se cumplía o no se atendía como corresponde. Los recursos que se venían aplicando a esos prestadores incumplidores se reasignaron en incrementos de los valores de raciones dirigidas a los prestadores que cumplían con los estándares.
Otro ejemplo es la compra centralizada de medicamentos para el sistema de salud pública. “Ya hemos hecho licitaciones del Ministerio de Salud de medicamentos que han permitido tener descuentos del orden del 70% sobre el precio de venta al público. En la compra descentralizada había casos de efectores pequeños que compraban los mismos medicamentos al precio de venta al público en una farmacia de la localidad”, explicó Olivares.
Existe otro caso paradigmático. “Tal vez uno de los gastos más ineficientes del Estado sea el reemplazo escolar debido al ausentismo. El ausentismo docente impacta negativamente en los aprendizajes, dada la discontinuidad del mismo docente frente al alumno y, al mismo tiempo, el Estado atiende un gasto redundante. Cuando creamos el Incentivo a la Asistencia Perfecta, desde el primer momento dijimos que era con la mejora de aprendizajes como objetivo, pero con una lógica de autofinanciamiento. Con dicho incentivo, además de hacerse justicia con quienes no tienen ausentismo, se estimula a un menor ausentismo docente”, ejemplificó Olivares.