Israel prometió que va a “golpear con fuerza al enemigo” y que Hezbolá “pagará un alto precio” por un ataque que dejó un saldo de 12 jóvenes y 30 heridos, en la zona anexada de los Altos del Golán.
Así lo expresó el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, desde Majdal Shams, la localidad drusa donde un cohete impactó en un campo de fútbol.
En tanto, el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Israel Katz, atribuyó el bombardeo a Hezbolá, y afirmó el domingo que el movimiento islamista libanés cruzó “todas las líneas rojas” al disparar “deliberadamente contra civiles”.
Hezbolá admitió el sábado que lanzó cohetes hacia posiciones militares en los Altos de Golán, pero desmintió estar detrás del disparo contra Majdal Shams, una localidad que tiene unos 11.000 habitantes.
El impacto fue producido por un proyectil fue un cohete iraní de tipo Falaq con una ojiva de 53 kilogramos, indicó el gobierno hebreo, según el sitio Actualidad DW.
“El proyectil que mató a nuestros niños y niñas era un cohete iraní, y Hezbolá es la única organización terrorista que los tiene en su arsenal”, añadió el ministerio israelí de Exteriores.
Este sábado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que Hezbolá pagará “un alto precio” por el ataque y aseguró que Israel no dejará “este mortífero ataque sin respuesta”.
Estados Unidos también responsabilizó a Hezbolá del “horrendo” ataque y afirmó que “fue su cohete, lanzado desde una zona que ellos controlan”.
No obstante, tanto Estados Unidos como Francia realizaban el domingo esfuerzos para evitar una guerra entre Israel y Líbano, país en el que tiene sus principales bases Hezbolá.
“Hemos estado en conversaciones continuas con nuestros homólogos israelíes y libaneses desde el horrible ataque de ayer”, afirmó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Adriane Watson.
Estados Unidos “está trabajando en una solución diplomática a lo largo de la Línea Azul que pondrá fin a todos los ataques de una vez por todas y permitirá a los ciudadanos de ambos lados de la frontera regresar sanos y salvos a sus hogares”.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, destacó el compromiso de su país para “evitar una nueva escalada” en Oriente Medio.
Ese compromiso se traduce en mensajes a todas las partes implicadas en el conflicto, destacó el gobierno francés, al referirse al contenido de una conversación telefónica mantenida este domingo entre Macron y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
El jefe del Estado francés reiteró su posición sobre la necesidad de lograr “una solución política” en torno a la llamada línea azul de separación entre Israel y el Líbano, y eso a partir de la resolución 1701 de la ONU de 2006, que reclamaba un cese completo de hostilidades.
Desde el 8 de octubre, un día después del ataque del grupo terrorista Hamás en territorio israelí, Hezbolá y el ejército de Israel intercambian disparos casi a diario en la frontera.
Los Altos del Golán son una región estratégica que Israel arrebató a Siria durante la guerra 1967.
En 1981, Israel anexó dos tercios del territorio. La medida no reconocida por la comunidad internacional, a excepción de los Estados Unidos.
