La cantidad de nieve caída en la Patagonia cordillerana y Mendoza inspira promociones turísticas con vistas a las vacaciones de invierno e invita a quienes pueden integrarse al gélido clima de este año.
Aparecen también sugerentes posteos en Instagram con casas del árbol como las que se construyen en Noruega, una variante poco conocida por estos lares.
Ver esta publicación en Instagram
En Europa, empezaron a hacerse ver esas miniconstrucciones de madera hecha a mano, vidriadas, cubiertas con tejas, elevadas como si fueran parte de la Naturaleza, desde las cuales las nevadas, sin los rigores térmicos, se disfrutan e integran a una vida cotidiana de ensueño.
El vídeo promocional remata proponiendo: “Al finalizar las caminatas, queda sólo una cosa por hacer: relajarse”.
Los primeros desarrollos se hicieron en Odda, Noruega, destinados a montanistas de cima. Tienen bañera y cama como en un entrepiso, al que se baja con sólo presionar un botón. Todas las casas de los árboles están equipadas con una pequeña cocina inflarrojo, baño, toilet y wifi.
Así como el esquí es una de las atracciones de acción sobre los blancos mantos, la integración con el frío, que demanda estar confortable con tan bajas temperaturas y la movilidad restringida por la acumulación de nieve, se hace más llevadera con gastronomía y cabañas equipadas con estufas a leña, preferentemente rodeadas de bosques alpinos.
Bariloche es el polo más urbanizado de los que se enclavan en la nieve andina, y del otro lado del lago Nahuel Huapí, están los que se consideran entre los más exclusivos, por las reminiscencias que traen de los centros alpinos, como Villa La Angostura y San Martín de Los Andes.
Y yendo al oeste de Neuquén se encuentra la parte montañosa más agreste, unida por la ruta del Pehuén, que comprende las localidades de Copahue, Caviahue, Villa Pehuenia, Moquehue y Aluminé, centros turísticos que convergen desde Zapala.
Y al sur de Bariloche, El Bolsón, El Hoyo ya en Chubut, Esquel, Parque Los Alerces, el Chaitén, Calafate, El Chaltén o la cascada congelada en Rio Turbio, Santa Cruz, constituyen un catálogo de opciones para el turismo invernal que desafía las más bajas temperaturas con tal de tutearse con la Naturaleza.
El bosque deja ver a la casa del árbol
No tardarán mucho en aparecer las cabañitas sobre los árboles, como las que buscan sumergir a los viajeros en el corazón de los bosques de los alrededores de la ciudad noruega de Odda.
Se abrazan vehementemente la Naturaleza, entre vistas panorámicas de ensueño a las montañas, y que son como un balcón al fiordo de Hardanger, refugio que se dedica a redefinir el lujo de las cuatro casas en los árboles que administra.
El proyecto comenzó con dos alojamientos y en 2023 se inauguraron dos adicionales.
Las dos primeras cabañas cuentan con capacidad para cuatro personas y están decoradas enteramente con productos de Noruega.
En el interior albergan una cama doble y dos individuales, además de disponer de electricidad, una pequeña cocina, wifi, un baño completo y calefacción por suelo radiante para aclimatar el lugar durante las noches de invierno.
Las hay por el estilo en Canadá, Tailandia, en Dordoña (Francia), en el noreste de Suecia, cerca del río Lule, en el dosel de la selva costarricense de la costa del Pacífico, en Panamá, entre otros lugares.
En España, se expandió esta forma de turismo rural, aunque sin nieve, por Navarra, la Coruña, Cáceres, Ciudad Real, Girona, Vizcaya, el valle madrileño de Lozoya, Tarragona, Castellón.
Turismo rural nevado
En Argentina, la geografía es propicia para este tipo de turismo rural de invierno.
La nieve abunda este año y convoca a disfrutarla a los consumidores que se encuentran por encima de la línea del ajuste económico.
La propuesta turística bajó más al sur. Tal es así que la Fiesta Nacional de la Nieve se llevará a cabo el próximo martes 9 de julio, coincidiendo con la fecha aniversario de la inauguración del Cerro Cástor, el imponente escenario natural de la provincia de Tierra del Fuego
La provincia más austral rinde culto al invierno con esta celebración en la provincia desde 1999, siendo el primer evento de apertura del centro de esquí Cerro Castor: desde entonces, en conmemoración de su aniversario de apertura, coincidente con la Independencia argentina, se realiza una mítica bajada de Antorchas, portadas por los instructores de su escuela y de las escuelas deportivas del Club Andino Ushuaia.
Un año más tarde de aquel “estreno”, y en los años sucesivos, el Instituto Fueguino de Turismo, entidad que regula el régimen turístico de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, creó un evento que celebra la Apertura de Temporada Invernal, promocionando así el producto nieve a nivel nacional y haciéndolo coincidir, además, con el aniversario de Cerro Castor.
Poder de convocatoria
En cada nueva edición las autoridades notaban cómo crecía la participación tanto de la comunidad como del sector turístico, por lo que el evento se convirtió en una propuesta central para dar comienzo a la temporada y con ella la promoción a la diversidad de iniciativas y deportes de invierno y actividades en la nieve y el hielo en Tierra del Fuego.
La edición 2022 de esta Fiesta, la primera en recuperar la totalidad de las actividades presenciales tras la pandemia de Covid-19, fue declarada de interés provincial mediante decreto 1622/22, convirtiéndose así en uno de los eventos más convocantes de la temporada turística y con múltiples propuestas para toda la familia.
Mendoza y su escenario patagónico
Precedido por intensas nevadas, el Valle de Las Leñas, de Mendoza, acaba de inaugurar su temporada 2024 para los fanáticos del esquí. Con las pistas colmadas de nieve, el complejo se prepara para recibir a los visitantes.
En los últimos días, solo los trabajadores y proveedores tuvieron acceso al valle para realizar las labores necesarias, ante una impresionante acumulación de nieve: 4 metros en la base y hasta 7 metros en la cumbre.
Desde la empresa compartieron un comunicado en el que informaron que “los días previos fueron muy complicados ya que como todos saben recibimos mucha nieve, esta situación nos trajo felicidad pero a la vez muchísimos inconvenientes que seguimos solucionando”.
No sería de extrañar que no dentro de mucho tiempo aparecieran en estos frondosos paisajes, nevados o no, “casas del árbol” degustadoras de bosques que completen el menú turístico.