Las autoridades chinas han intensificado sus esfuerzos para prevenir la importación del virus de la viruela símica, o mpox, en momentos en que los casos mundiales continúan aumentando.
A partir del 15 de agosto, y por un período de seis meses, las personas que lleguen a China procedentes de países y regiones con infecciones confirmadas de mpox deben declarar su condición a la aduana si han estado expuestas a la enfermedad o presentan síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolor de espalda, dolor muscular, ganglios linfáticos inflamados o erupciones cutáneas.
Para estas personas, los funcionarios aduaneros implementarán medidas médicas y realizarán muestreos y pruebas de verificación, según la Administración General de Aduanas.
Los vehículos, contenedores, carga y otros artículos procedentes de países y regiones con casos reportados de mpox serán sometidos a procesos de desinfección si hay confirmación o sospecha de que están contaminados.
La Administración Nacional para la Prevención y el Control de Enfermedades y la Comisión Nacional de Salud han urgido a sus sucursales locales a fortalecer la colaboración y el intercambio de información con las aduanas y otras autoridades pertinentes para detectar y gestionar oportunamente cualquier caso de mpox.
El virus de la mpox, también conocida como viruela del mono, se transmite principalmente a través del contacto físico cercano, particularmente durante la actividad sexual, mientras que el contacto diario representa un riesgo menor, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China.
Aquellos que hayan estado expuestos a la enfermedad o experimenten síntomas deben buscar atención médica de inmediato, aconsejó Li Tongzeng, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital You’an de Beijing.
A principios de esta semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el recrudecimiento de la mpox como una emergencia de salud pública de importancia internacional,
activando la alerta mundial de nivel más alto para la afección por segunda vez en dos años.
“Esto es algo que debería preocuparnos a todos. El potencial para una mayor propagación dentro y fuera de África es muy preocupante”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.