El Día de la Alegría, que se celebró al inicio de agosto, sorprendió a los argentinos con resultados preocupantes sobre el bienestar emocional en el país. Según el reciente “Informe de la Felicidad en Argentina 2024” del Observatorio de Tendencias Sociales, Educativas y Empresariales de la Universidad Siglo 21, este año ha registrado los índices de felicidad más bajos en los últimos siete años.
El estudio revela que solo el 50.7% de los argentinos se siente satisfecho con su vida, una cifra significativamente baja comparada con años anteriores. Además, sólo un tercio de los encuestados se manifestó conforme con cómo le está yendo, mientras que un 33% se siente tan agotado después del trabajo que no puede realizar ninguna otra actividad, el nivel más alto desde 2018.
El informe destaca una caída generalizada en la satisfacción vital, especialmente entre los ciudadanos de 50 a 59 años. Este grupo, que en 2022 mostraba una alta satisfacción con su vida, ha experimentado un notable descenso en sus niveles de felicidad. En contraste, los jóvenes de 18 a 29 años han mostrado un leve aumento en sus niveles de alegría.
El “Informe de Burnout en Argentina 2024”, complementario al estudio de felicidad, señala un aumento alarmante en los niveles de agotamiento profesional entre los trabajadores argentinos. El síndrome de burnout, reconocido por la OMS como una enfermedad ocupacional, está estrechamente relacionado con el estrés laboral crónico y puede derivar en trastornos graves como la depresión y la ansiedad.
Luis Morera, director del Observatorio de Tendencias de la Universidad Siglo 21, explicó que el aumento del burnout está estrechamente ligado a la disminución de la felicidad. “El bienestar debe ser promovido activamente. La ausencia de enfermedad no garantiza la felicidad, y nuestros datos muestran una relación inversa entre el burnout y el bienestar subjetivo”, afirmó Morera.
El informe anual, basado en una encuesta telefónica a más de 1.050 casos, muestra un incremento significativo en el estrés y agotamiento emocional en comparación con años anteriores. La percepción del estrés ha aumentado incluso entre los profesionales con estudios de posgrado, un grupo que anteriormente parecía más protegido ante el burnout.
En comparación global, Argentina sigue una tendencia similar a la de otras regiones. El Informe Mundial de la Felicidad coloca a Finlandia como el país más feliz por séptimo año consecutivo, mientras que Afganistán figura en el último lugar. En Latinoamérica, Costa Rica y México están entre los 25 países más felices del mundo.
El informe también destaca diferencias generacionales en la percepción de la felicidad. Los nacidos antes de 1965 tienden a ser más felices en comparación con los nacidos después de 1980. Entre los Millennials, la satisfacción con la vida disminuye con la edad, mientras que los Boomers tienden a experimentar una mayor satisfacción a medida que envejecen.
En América del Norte, Europa Occidental, Oriente Medio, Norte de África y Asia Meridional, el bienestar de los jóvenes de 15 a 24 años ha disminuido desde 2019, aunque en otras regiones del mundo ha aumentado. Sin embargo, el informe señala una falta de datos globales sobre el bienestar infantil.
La situación en Argentina refleja un desafío creciente para el país en términos de salud mental y bienestar, y subraya la necesidad urgente de abordar el estrés y el agotamiento emocional como prioridades para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.