En la mañana del pasado viernes, auditores de la Agencia de Seguridad Alimentaria, interceptaron en calle 9 de Julio e Iriondo, un transporte de alimentos que distribuía productos lácteos y cárnicos en los comercios de nuestra localidad.
Durante la inspección, se verificó que los alimentos perecederos eran transportados a temperatura ambiente, incumpliendo con las normativas sanitarias que establecen que este tipo de productos debe mantenerse entre 2°C y 8°C para garantizar su aptitud para el consumo humano; además no pudo demostrar la habilitación del vehículo y el transportista no poseía carnet de manipulador.
Debido a la peligrosidad y el riesgo que representa la comercialización y consumo de estos productos para la salud de la población, se procedió al decomiso inmediato de la mercadería que sumó un total de 295 productos, la cual fue considerada no apta para el consumo humano por corte de la cadena de frio.
Este procedimiento se realizó en resguardo de la salud pública, contando con la colaboración de la Dirección General de Seguridad Rural, la cual actuó en base al Artículo 206 del Código Penal, que sanciona la distribución de productos alimenticios que no cumplen con los requisitos sanitarios.
La Agencia de Seguridad Alimentaria reafirma su compromiso de velar por la salud de los ciudadanos, implementando controles estrictos para garantizar que los alimentos que llegan a las mesas de las familias sean seguros y de calidad.