El panorama industrial en la provincia de Santa Fe enfrenta una nueva etapa de crisis. Durante el mes de julio de 2024, la actividad industrial acumuló una disminución preocupante del 9,7% en comparación con el mismo mes del año anterior, según indicó el último informe de FISFE.
Este dato refleja una tendencia negativa que afecta profundamente a la economía de la provincia, golpeando a sectores clave que, históricamente, han sostenido el desarrollo productivo de la región.
Uno de los puntos críticos de este escenario es que la caída no es aislada ni afecta solo a un grupo específico de industrias. Excluyendo al sector vinculado a la producción sojera, el 73% de las ramas fabriles en Santa Fe presentó una disminución interanual en su producción. Esto implica que la mayoría de los sectores están sufriendo, y las consecuencias se extienden en toda la cadena productiva, afectando tanto a las empresas como a los trabajadores.
Entre las actividades industriales más golpeadas se encuentran la industria siderúrgica, que mostró una disminución del 2,61 puntos porcentuales (p.p.), seguida por los productos lácteos (-0,84 p.p.), productos de metal y servicios de trabajo de metales (-0,82 p.p.), maquinaria agropecuaria (-0,55 p.p.), y papel y productos de papel (-0,51 p.p.). Todos estos sectores, fundamentales para la economía regional, han contribuido significativamente a la caída del índice de producción industrial, lo que refleja un contexto generalizado de recesión.
Por otro lado, la molienda de oleaginosas es la única actividad sectorial que ha mostrado una tendencia positiva en lo que va de 2024, con una contribución de +12,54 p.p. Sin embargo, este aumento se debe en gran parte a una base de comparación baja, producto de la sequía que afectó al país en 2023, lo que implica que la cifra positiva no refleja un verdadero crecimiento sostenido, sino una recuperación parcial.
Escucha la palabra de Victor Sarmiento, vice-presidente de Fisfe, en Radio EME:
Impacto más allá de la sequía
Si se excluye el efecto de la molienda de oleaginosas y su crecimiento circunstancial, la caída de la producción industrial en Santa Fe sería aún más severa. De hecho, descontando este sector, la disminución interanual de la producción industrial en julio de 2024 sería del 6,5%. A su vez, la caída acumulada durante los primeros siete meses del año alcanzaría el 12,1%, una cifra que pone en evidencia la profundidad de la crisis.
Este desplome en la actividad productiva no solo afecta a la industria directamente, sino que tiene repercusiones en otros sectores de la economía, como el empleo, el consumo interno y las exportaciones. La reducción de la demanda de productos industriales impacta en el poder adquisitivo de las familias, lo que a su vez genera una contracción en el consumo de bienes y servicios, profundizando el ciclo recesivo.
La industria regresa a los niveles de 2018/2019
El índice de producción industrial de FISFE de julio de 2024 muestra un retorno a los niveles de 2018 y 2019, lo que refleja un retroceso en el crecimiento que se había logrado en años anteriores. A pesar de que en 2021 y 2022 se había experimentado una leve recuperación, la industria santafesina no ha podido mantener ese impulso, y los datos recientes sugieren que la situación es incluso más grave que en años pasados.
Durante el primer semestre de 2024, la industria de Santa Fe ha enfrentado varios desafíos que han acentuado la crisis. Entre los principales factores que explican esta situación se encuentran la caída de la demanda interna, que ha reducido significativamente el consumo de productos industriales, y la paralización de la obra pública nacional, un sector que en años anteriores había sido un motor importante para la producción industrial.
Además, los mayores costos de producción derivados de la inflación y el incremento en los precios de insumos clave también han jugado un papel determinante en la disminución de la actividad. Las empresas no solo enfrentan una caída en la demanda, sino que también se ven obligadas a lidiar con costos cada vez más altos, lo que afecta directamente su capacidad de competir y mantenerse a flote.
El informe completo de FISFE: