Cristina Kirchner anunció este lunes que aceptará la convocatoria para presidir el Partido Justicialista (PJ). Esta decisión llega en respuesta a un “operativo clamor” por parte de militantes y seguidores que desean su liderazgo en un momento crítico para el partido y el país.
En un comunicado difundido a través de sus redes sociales, la ex presidenta subrayó que su objetivo es “debatir en unidad”. Sin embargo, destacó que esta unidad necesita “dirección y proyecto” para enfrentar los desafíos que presenta la actual situación de Argentina. Cristina reconoció que el peronismo vive un momento complejo, que nunca había presenciado en la democracia contemporánea.
Cristina Kirchner también se refirió a la figura del actual presidente, Javier Milei. Lo describió como un “showman economista” que ha creado un clima de violencia y agresión en la sociedad. En su crítica, mencionó que Milei, al atacar derechos de jubilados, universidades y hospitales, ha desestabilizado la convivencia social. La ex mandataria alertó sobre el impacto de su retórica agresiva en el clima general del país.
A lo largo de su discurso, Cristina se preguntó cómo la sociedad argentina llegó a este momento histórico. Cuestionó si el desencanto se debe al fracaso de los últimos gobiernos o si hay una resistencia a aceptar un gobierno peronista. Resaltó que los únicos presidentes con fuerte impronta anti-peronista llegaron a la Casa Rosada a través del balotaje, en referencia a Mauricio Macri y Javier Milei.
Cristina también hizo un análisis de la situación política actual del peronismo. Actualmente, el partido solo gobierna cinco de las 23 provincias y ha perdido representación en la Cámara de Senadores. A pesar de este contexto, enfatizó que el peronismo sigue siendo la fuerza con mayor cantidad de diputados y senadores nacionales, lo que exige una reconstrucción profunda del partido.
La ex presidenta destacó la importancia de abordar las nuevas demandas sociales. Propuso que el PJ debe ser un espacio para desarrollar un contenido que sirva a las necesidades de la población. Además, expresó su esperanza por la reciente victoria del peronismo en centros de estudiantes de la Universidad de Buenos Aires, señalando que esto demuestra un renacer del compromiso juvenil.
Cristina convocó a un “segundo trasvasamiento” que incorpore a las nuevas generaciones en diversos ámbitos: desde las escuelas hasta los sindicatos y movimientos sociales. Destacó la importancia de recomponer la presencia del peronismo en las comunidades, colaborando con iglesias, sociedades de fomento y clubes de barrio.
Agradeció a los militantes por el “operativo clamor” que la llevó a aceptar el desafío de liderar el PJ, que renovará sus autoridades el 17 de noviembre. La ex mandataria dejó en claro que su compromiso es debatir en unidad, pero enfatizó que esta unidad debe tener un rumbo claro y un proyecto definido.
Cristina Kirchner concluyó su mensaje reafirmando que lograr la unidad no es un objetivo en sí mismo. Afirmó que el verdadero propósito es concebir al partido como un instrumento que impulse a todas las fuerzas políticas y sociales hacia un programa de gobierno. Su meta es devolver la esperanza a una Argentina que actualmente enfrenta momentos de incertidumbre y descontento.