Un violento tiroteo sacudió la mañana del domingo en las inmediaciones de la cancha del Club Atlético Unión, horas después del partido contra Huracán. El incidente, que se cree fue un conflicto interno de la barrabrava del club, llevó a la Dirección de Seguridad en Eventos Masivos a tomar medidas drásticas.
Tras el incidente, se dispuso la suspensión de bombos y banderas en el estadio de Unión para los 4 partidos restantes de la Liga Profesional como local. Además, se articuló la carga preventiva al sistema de tribuna segura para la admisión de los cinco involucrados en los disparos, incluyendo a los cuatro aprehendidos y uno que aún se encuentra prófugo.
Según fuentes policiales, el conflicto comenzó el sábado por la noche, antes del partido de Unión, y escaló hasta culminar en la balacera del domingo por la mañana. Un vecino alarmado llamó al 911, lo que desencadenó un rápido operativo policial.
Por lo tanto, el Ministerio de Seguridad de la Nación y la Dirección de Seguridad en Eventos Masivos trabajan juntos para garantizar la seguridad en los eventos deportivos. Se espera que el club tome medidas adicionales para abordar el problema de la violencia en sus filas.