La Justicia liberó al arquitecto y al contratista, los últimos dos acusados que se encontraban detenidos por el derrumbe del hotel Dubrovnik en la ciudad balnearia de Villa Gesell que dejó el saldo de ocho muertos y una sobreviviente.
Se trata de Jorge Bonavitta y Rubén Taquichiri, quienes están imputados por el delito de estrago doloso agravado por muerte al igual que dos capataces y dos albañiles, que también fueron excarcelados.
El juez de Garantías número seis de Villa Gesell, David Mancinelli, firmó la resolución y determinó la prohibición de salir del país para todos los involucrados, al tiempo que deberán
presentarse en una dependencia policial de su jurisdicción, una vez por mes.
Sin embargo, el Ministerio Público Fiscal y los querellantes pueden apelar el beneficio otorgado a los acusados.
Personal de Defensa Civil y bomberos continuaron con el operativo durante este viernes para remover los escombros tras hallar el cuerpo de Dana Desimone, la última persona que quedaba atrapada tras el desmoronamiento.
“Va a durar hasta llegar a despejar todo el terreno”, informó Osvaldo Lori, presidente de la Federación de Bomberos de Buenos Aires, en conversación con la Agencia Noticias Argentinas.
Aunque la idea es remover los materiales desmoronados, las actividades también seguirán para saber si, por casualidad, puede haber otra persona que no fue notificada en la cifra oficial.
El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, señaló en declaraciones a los medios locales, que “todo hace pensar que Dana estaba saliendo del edificio, en el portal de la torre, el colapso del edificio la encontró en ese lugar y terminó cayendo bajo los escombros”.
El derrumbe fatal dejó el saldo de ocho fallecidos: Dana Desimone, Ezequiel Fabián Ciocchini, Nahuel Stefanic, María Rosa Stefanic, Javier Fabián Gutiérrez, Mariano Troiano, Ezequiel Matu y Matías Chaspman.
Mientras que María Josefa Bonazza, esposa de Ciocchini, es la única sobreviviente y a más de una semana del hecho habló y dio detalles sobre el desmoronamiento: “Escuchamos dos explosiones muy fuertes y luego se produjo el desplome del edificio”.
En diálogo con la radio 100.9, Bonazza destacó que lo primero que recuerda es el estar atrapada entre los escombros y un solo grito de dolor de su pareja: “Noté que mi marido no me respondía.
En los primeros minutos, le pedí que no se moviera, que ya nos iban a rescatar”.
Sabiendo que ya había un operativo de rescate, la mujer relató qué acción hizo para que pudieran encontrarla: “Comencé a hacer sonidos en código Morse pidiendo auxilio. Marcaba la palabra S.O.S.”.