A partir de esta semana estarán publicados los pliegos de la licitación, cuya apertura de sobres se llevará a cabo el viernes 20 de diciembre, a las 20, en la cabecera Santo Tomé del actual enlace.
El presupuesto de esta obra prioritaria para el Gobierno provincial está contemplado en el Presupuesto 2025. En ese sentido, Pullaro afirmó: “Pasaron 25 años de promesas de diferentes Gobiernos nacionales. Nosotros lo vamos a hacer y lo vamos a terminar en nuestra gestión. De esta manera, todo el problema que generaba lo vamos a solucionar. La forma de hacer tantas obras públicas en la provincia es administrando al Estado correctamente, poniendo orden en el Estado y eficiencia en la administración de los recursos públicos. Desde ese lugar, invertir donde debemos: inversión, obra pública y desarrollo para la provincia”, dijo en oportunidad del anuncio junto al ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico.
Detalles del proyecto
El proyecto contempla tres sectores, siendo dos de ellos las cabeceras y obras aledañas en la localidad de Santo Tomé y Santa Fe y el restante el puente propiamente dicho sobre el Río Salado.
Sobre la cabecera de Santa Fe, se prevé la demolición del pavimento de hormigón existente, que cuenta con numerosa cantidad de bacheos y losas deterioradas. Luego se proyecta la construcción de dos calzadas de 9,30 m de ancho (dos carriles de 3,65 metros de ancho y una banquina de 2 metros de ancho), una de ellas sobre el terraplén existente (prácticamente coincidente con el pavimento que se demuele) y la otra sobre un terraplén que se prevé construir al norte del existente. También tendrá obras complementarias como iluminación, parquización, construcción de bicisenda, entre otras.
Sobre la cabecera de Santo Tomé, se plantea una reconversión del sentido del tránsito existente, que a grandes rasgos se puede resumir en un impedimento del giro a la izquierda por calle Mitre para la mano que circula desde Santa Fe hacia Santo Tomé, y el cambio de sentido de Avenida Mitre en las últimas dos cuadras antes de llegar a la Avenida 7 de Marzo (ingreso al puente Carretero) convirtiéndola en sentido único en sentido sur-norte.
Estas obras son no solo para adaptar la situación al proyecto, sino también para mejorar la fluidez vehicular.
Se prevé la demolición del pavimento existente y construcción de un pavimento rígido nuevo en las áreas mencionadas, a la vez que se prevén también bicisendas, veredas, iluminación, parquización. Para ambas cabeceras el pavimento que se prevé es del tipo rígido, compuesto por una subbase de suelo mejorado con cal, una base de suelo arena cemento de 20 cm de espesor y un pavimento de hormigón simple H-35 de 20 cm de espesor.
En cuanto al sector del puente, cuenta con una longitud de 300 metros. La superestructura está constituida por 43 tramos de 30,80 metros de longitud compuesto por 5 vigas postesadas cada uno sobre los que apoyan tablero de hormigón armado de 17 cm de espesor hormigonado in situ. La infraestructura la constituyen 42 pilas; las mismas fueron discriminadas en Pilas de Viaducto y Pilas de Cauce. En el caso de las Pilas de Viaducto (sector sobre el valle de inundación), son 35 y están conformadas por un cabezal superior de 1.40m x 1.20m, el cual descansa sobre tres pilotes – columna con un diámetro de 1.00m cada uno de ellos.
Además, en el proyecto se contempla la protección contra erosión del estribo en el lado Santa Fe, mediante la colocación de una manta geotextil y geoceldas rellenas con hormigón, para evitar así el deterioro de los mismos.
Del lado Santo Tomé se prevé un enrocado de protección con talud de pendiente 1:2 a los pies de la protección existente. En cuanto al ancho del tablero es de 12,50 metros compuesto por un sector de 8,30 metros para la circulación vehicular de dos carriles, 1,50 metros reservado para la ubicación de una bicisenda, y 1,50 para vereda peatonal. También se contempla la iluminación de todo el puente, la colocación de defensas metálicas y barandas.