El presidente del Club Atlético Unión, Luis Spahn, se hizo presente en el lanzamiento de Fiesta Provincial del Deporte. En diálogo con los organizadores del evento, el titular tatengue se refirió a varios temas de la actualidad rojiblanca, pero en especial a la relación con el DT, Kily González.
“Por cuestiones de salud no escucho la conferencia de nuestro técnico”, aseguró el presidente. “A veces después de un resultado negativo siente que falta todo y emocionalmente tal vez no es lo mejor que hable un rato después de un resultado. Y cuando está bien, elogia todo su trabajo, elogia a los jugadores y nosotros no tenemos por qué recibir ninguna mención. Pero sabemos que no está, digamos, en el mejor momento para hacer un análisis frío”, señaló.
En el mismo sentido, hablando del entrenador y su reacción, manifestó: “Por ahí se quejó de que el club no va a evolucionar y yo creo que todos los unionistas saben que el club evolucionó en una forma notable en esta última década en infraestructura; en deporte, en educación y en participación social. Y pensar que va a ser movilizado por un técnico no es la situación más normal; pero nosotros tenemos la predisposición, los dirigentes, a tragarnos todos los sapos y a hacer lo mejor por Unión”.
Con respecto al encuentro entre ambos, Spahn contó los detalles de cómo fue la reunión con el “Kily”: “Estuvo en mi oficina antes de las 16.00 y se fue después de las 17.00 totalmente tranquilo. Tal vez iba con una sensación de que se podía ligar un “chirlo”; pero bueno, acá es dar vuelta la página y pensar en el próximo partido. Y pensar en el buen momento que estamos pasando y en nuestras limitaciones, ya que vemos equipos que tienen presupuestos de plantel profesional dos, tres y cuatro veces más grandes y no logran el objetivo. Después el periodismo habla de la falta de jerarquía, la jerarquía entonces lo tomamos como una muletilla, pero evidentemente vamos a tratar de tener el mejor refuerzo posible”.
Cuando le preguntaron qué pensaba sobre los que opinan que en Unión hay que “romper el chanchito”, el presidente contestó: “No hay ningún problema…¡Que traigan el chanchito y lo rompemos; nosotros vendemos martillos!”