El “snaking” crece en Argentina, impulsado por galletitas innovadoras y su versatilidad. Este fenómeno alimenticio ocupa un lugar central en la cultura de consumo.
Las galletitas, originarias de hace miles de años, se reinventan. Cocineros persas fueron los primeros en crear alimentos nutritivos, fáciles de almacenar y transportar.
La celebración del Día Mundial de la Galletita ocurre el 4 de diciembre, en honor a Matt Nader, creador de las primeras galletas de nuez y chocolate blanco.
Hoy, las galletitas llegan a todos los hogares argentinos. Un 99% de las casas tienen galletitas, superando incluso a la yerba y los fideos.
Cada argentino consume aproximadamente 11 kilos de galletitas al año. Este consumo posiciona a Argentina como el segundo país en el mundo en este rubro, tras el Reino Unido.
El mercado argentino genera alrededor de US$ 1.000 millones anuales. Las marcas ofrecen una variedad de tamaños, sabores y opciones, incluyendo opciones sin TACC.
Las preferencias se dividen entre galletitas dulces y saladas. Un 59% de los consumidores opta por las dulces, mientras que un 52% prefiere las galletitas rellenas.
Las galletitas permiten compartir momentos y generar conversaciones en familia. Se consumen tanto en el hogar como en situaciones sociales y laborales.
Las galletitas saladas, como Club Social y Cerealitas, son ideales para acompañar infusiones. Su consumo se asocia a los desayunos y meriendas tradicionales.
La innovación no se detiene. Las galletitas se utilizan cada vez más como ingrediente en recetas rápidas y sencillas.
Las recetas virales en redes sociales han popularizado nuevas formas de disfrutar galletitas. La industria continúa adaptándose a la demanda del consumidor moderno.