Las vacaciones de verano pueden ser un momento de descanso y diversión para los estudiantes, pero también pueden tener un impacto negativo en su aprendizaje, especialmente para aquellos que provienen de contextos vulnerables.
Según un informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, los estudiantes de sectores más favorecidos pueden volver a clases con aproximadamente 22 días más de aprendizaje, mientras que aquellos de contextos vulnerables pueden enfrentar una pérdida de hasta 76 días. Esto puede profundizar las desigualdades en el sistema educativo, según destaca Irene Kit, una de las autoras del informe en EME.
“Las vacaciones son necesarias tanto para el trabajador como para el estudiante”, explica Kit.
Además, agregó: “Pero lo que queremos demostrar es que el retroceso de aprendizajes por lo que significa el corte de vacaciones. Son 40 días de atraso”.
Para mitigar este efecto, Kit sugiere generar situaciones que estimulen el aprendizaje durante las vacaciones, como juegos, cálculos mentales y narraciones. Además, considera que el sistema educativo debe adaptarse para abordar las necesidades de los estudiantes después de las vacaciones.
El informe también destaca que la pérdida de aprendizajes puede variar según el grado escolar y el nivel socioeconómico. Los estudiantes de los primeros grados pueden ganar en promedio 14 días de aprendizaje, mientras que aquellos de 7º grado pueden perder hasta 61 días. Esto subraya la importancia de implementar estrategias efectivas para mitigar la pérdida de aprendizajes durante las vacaciones de verano.