El Gobierno municipal de Rafaela recomienda a la comunidad estar atenta y tomar los recaudos necesarios para prevenir los golpes de calor y disfrutar de un verano saludable.
Los síntomas del golpe de calor son dolor de cabeza, sed intensa, debilidad muscular, náuseas y/o vómitos, respiración rápida, irritabilidad, aumento de la sudoración, piel fría y húmeda y aumento de la temperatura corporal.
Ante un golpe de calor, es importante actuar del siguiente modo: No automedicarse, buscar atención médica de forma inmediata, permanecer en un lugar fresco, refrescar el cuerpo y, si está consciente, darle de beber agua.
Se debe tener en cuenta que los adultos mayores y los más chicos son muy vulnerables al calor, por eso es necesario cuidarlos en mayor medida en días calurosos.
En el caso que quien sufra un golpe de calor sea un bebé, tener en cuenta lo siguiente:. Dar a los lactantes el pecho con más frecuencia, trasladarlo a un lugar fresco y ventilado, si es posible con aire acondicionado, desvestirlo (exponer el cuerpo al fresco), ducharlo o mojarle todo el cuerpo con agua fresca, llamar a su pediatra o a un Centro de Salud.
Recomendaciones
. Evitar la exposición al sol en las horas centrales del día (de 10 a 17 horas).
. Evitar exposiciones prolongadas o dormir al sol.
. Tomar abundante agua durante todo el día.
. Consumir frutas y verduras.
. Reducir la actividad física.
. En caso de cansancio o mareo, ubicarse en un lugar fresco o ventilado y aflojar la ropa.
. Cubrir adecuadamente la piel, la cabeza y los ojos con ropa, sombreros o gorros y anteojos de sol. Esto también ayudará a prevenir las quemaduras.
. Consumir abundantemente agua, líquidos y bebidas isotónicas.
. Evitar las comidas pesadas de difícil digestión que hacen aumentar la temperatura interna.
. No consumir alcohol o bebidas muy azucaradas.
. Usar ropa clara y liviana que permita la transpiración (el principal mecanismo de refrigeración de nuestro cuerpo).
. Refrescarse frecuentemente.
. Prestar especial atención a los ancianos y niños.
. Permanecer en lugares ventilados o acondicionados. Durante el día dejar las persianas y ventanas cerradas. Se recomienda abrirlas de noche.