El ex presidente Alberto Fernández fue procesado por violencia de género contra su ex pareja, Fabiola Yañez, por parte del juez federal Julián Ercolini. El magistrado determinó que Fernández infligió lesiones leves y graves a Yañez, y dispuso una embargo de diez millones de pesos sobre el ex mandatario.
En su resolución, Ercolini detalló que el ex presidente habría ejercido violencia psicológica de manera continua, con comportamientos de acoso, hostigamiento, insultos y humillaciones hacia Yañez. Además, el juez señaló que la violencia física también estuvo presente, con episodios de agarrones del cuello, zamarreos, cachetazos y golpes que provocaron lesiones en su ex pareja. Estos incidentes habrían ocurrido, principalmente, tras el embarazo de Yañez a finales de 2021, mientras vivían en la Quinta de Olivos.
El procesamiento incluye también acusaciones de violencia económica y coacción. Según la resolución, Fernández manipuló a Yañez desde el punto de vista económico y le exigió que no denunciara las agresiones. Incluso, el ex presidente habría instado a Yañez a emitir un comunicado conjunto para evitar que la situación se hiciera pública.
El caso se remonta a al menos ocho años de violencia, con una relación marcada por una asimetría de poder que afectó la salud psicológica de la víctima. De acuerdo con la fiscalía, la violencia física, psicológica y económica se ajusta a las definiciones de la Ley 26.485 de Protección Integral a la Mujer.
La abogada de Fernández, Silvina Carreira, intentó apartar al juez del caso por temor de parcialidad, pero la solicitud fue rechazada. Además, Fabiola Yañez declaró por videoconferencia desde Madrid, donde actualmente reside con el hijo de ambos.
Este proceso judicial representa un hito importante en la lucha contra la violencia de género, destacando la gravedad de las acusaciones hacia una figura de la política nacional.