El Gobierno argentino, encabezado por el presidente Javier Milei, ultima detalles para designar por decreto a los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como nuevos integrantes de la Corte Suprema de Justicia, tras no lograr los votos necesarios en el Congreso para oficializar sus nombramientos.
Esta decisión, que busca ampliar la composición del máximo tribunal, actualmente reducido a tres miembros tras la jubilación de Juan Carlos Maqueda, ha generado controversia y tensión política a días de la apertura de sesiones ordinarias.
Fuentes de Casa Rosada confirmaron que el decreto se publicaría este miércoles 26 de febrero en el Boletín Oficial, con el objetivo de garantizar que ambos magistrados estén presentes en el Congreso el próximo sábado 1 de marzo, cuando Milei inaugure el período legislativo.
“El Presidente quiere mostrar una Corte fortalecida desde el inicio del año parlamentario”, señalaron desde el entorno gubernamental, subrayando la importancia de este gesto simbólico en medio de una gestión marcada por desafíos legislativos.
El oficialismo había intentado, sin éxito, obtener el respaldo de dos tercios del Senado para confirmar a Lijo, juez federal de Comodoro Py conocido por casos de alto perfil como el de Ciccone, y a García-Mansilla, un académico de la Universidad Austral con un perfil más técnico y libertario.
Sin embargo, las negociaciones con la oposición, particularmente con el bloque de Unión por la Patria y sectores dialoguistas, fracasaron en las sesiones extraordinarias, dejando al Gobierno sin los apoyos necesarios. Frente a este revés, Milei optaría por recurrir al artículo 99 de la Constitución Nacional, que permite al Ejecutivo realizar nombramientos en comisión durante el receso legislativo, una medida que expiraría al cierre de la próxima legislatura si no es ratificada por el Senado.