El sábado, un trágico accidente ocurrió en Bilalkoto, un pequeño pueblo en la comuna de Dabia, en el distrito de Kenieba, en la región de Kayes, cuando una mina de oro operada ilegalmente colapsó. Según informes de Xinhua, el desastre fue provocado por el derrumbe de una máquina Caterpillar que cayó sobre una mina artesanal en la que un grupo de trabajadores, en su mayoría mujeres, estaban buscando oro.
El saldo final de la tragedia ascendió a 50 muertos: 49 mujeres y un hombre. La operación de rescate ya ha concluido y, afortunadamente, no quedan personas atrapadas bajo los escombros. Las autoridades locales no dieron detalles sobre el número exacto de heridos, pero se confirmó que las labores de rescate han sido completadas con éxito.
El primer ministro de Mali, Abdoulaye Maiga, expresó su pesar por la tragedia y anunció que el gobierno tomará “medidas implacables” para prevenir futuros desastres de esta naturaleza. A pesar de los esfuerzos por regular la minería en el país, Mali sigue siendo uno de los principales productores de oro de África, pero las autoridades enfrentan serias dificultades para controlar las actividades ilegales, lo que ha provocado repetidos accidentes fatales en minas artesanales.
Este accidente no es un hecho aislado. El 29 de enero, otro colapso de una mina en Danga, en la región de Koulikoro, causó la muerte de 13 personas, lo que subraya los peligros inherentes a las condiciones de trabajo en las minas ilegales del país.