Familiares, amigos y vecinos se reunieron este jueves en el cementerio municipal de La Plata para dar el último adiós a Kim Gómez, la niña de 7 años que perdió la vida tras ser arrastrada por un auto robado por dos menores en un brutal asalto. En medio de un clima de profunda tristeza y reclamos por la inseguridad, Marcos Gómez, padre de la pequeña, habló con la prensa y expresó su dolor, exigiendo justicia y un cambio en la sociedad.
El velatorio, que comenzó el miércoles por la tarde en una casa funeraria ubicada en calle 57, entre 5 y 6, congregó a decenas de personas que dejaron velas y carteles en homenaje a Kim. Este jueves al mediodía, el cortejo fúnebre trasladó sus restos al cementerio, donde se realizó una ceremonia íntima. La autopsia reveló que la menor falleció por un shock hipovolémico causado por los graves politraumatismos sufridos durante el arrastre de 15 cuadras.
Entre lágrimas, Marcos Gómez compartió su angustia: “Estoy destrozado, tenía la hija perfecta con la persona que siempre amé. Me la arrebataron”. Recordó a Kim como una niña “inocente, ordenada y llena de amigos”, y lamentó la frialdad de los responsables: “No les importó, vieron a mi nena y no pararon. Me gustaría que sufran un poco de lo que yo estoy sufriendo”.
El padre también se dirigió al padre de uno de los detenidos, un adolescente de 17 años, quien lo contactó para pedirle perdón: “Quiero que vengas y me lo digas a la cara. Tu hijo me la mató. Tené coraje para enfrentarme y despedir a mi hija. Le gustan los capibaras, llevale uno”. Marcos aceptó las disculpas, pero insistió en la necesidad de un encuentro cara a cara: “Si mi hijo se equivoca, yo doy la cara. Espero lo mismo”.
En un llamado a la comunidad, pidió no ser dejado solo en su lucha: “Salimos a festejar un Mundial, salgamos ahora a reclamar. Que esto no quede así, por Kim, por mi hijo Ciro, por todos los chicos que no pueden salir a la calle sin miedo”. Sus palabras resonaron en una ciudad conmocionada, donde cientos marcharon el miércoles exigiendo seguridad, en una protesta que terminó con incidentes frente a la Municipalidad.
Los dos menores acusados, de 14 y 17 años, permanecen bajo custodia mientras la fiscalía avanza en la investigación. El caso de Kim Gómez reavivó el debate sobre la responsabilidad penal juvenil y la creciente ola de inseguridad en La Plata, dejando un eco de dolor y un urgente pedido de justicia.
