El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, informó que el Papa Francisco pasó una noche tranquila. El pontífice se encontraba de buen humor, desayunó y leyó algunos periódicos.
Francisco aceptó ingresar al Policlínico Gemelli de Roma el viernes para realizar pruebas diagnósticas. La hospitalización se hizo necesaria tras el empeoramiento de su bronquitis.
El boletín médico indicó que las pruebas revelaron una infección de las vías respiratorias. Las condiciones del Papa son buenas, aunque presenta una ligera alteración febril.
A pesar de su situación, el Papa cumplió sus compromisos durante la semana. El 5 de febrero, delegó la catequesis a un colaborador y mantuvo varias audiencias.
Previo a su hospitalización, Francisco recibió al primer ministro eslovaco, Robert Fico, y presidió la misa del jubileo de las Fuerzas Armadas en San Pedro. Los constantes controles en el Gemelli muestran que su salud es motivo de preocupación.