El presidente Javier Milei generó controversia al estimar que la pobreza en Argentina ha caído al 36%, basándose en proyecciones de especialistas que no están consolidadas por el INDEC. Según su declaración, esta reducción representaría una mejora significativa en comparación con la cifra del 57% que Milei afirma haber recibido a su llegada al gobierno.
“Nosotros recibimos una pobreza de frecuencia mensual del 57%, y hoy estaría en el 36%, es decir que bajamos la pobreza 21 puntos porcentuales”, destacó el mandatario, refiriéndose a los cálculos que habrían sido realizados a enero de 2025, mucho antes de la publicación de la medición oficial.
Sin embargo, el último informe del INDEC, correspondiente al tercer trimestre de 2024, muestra una tasa de pobreza del 40,1% y una indigencia de 9,7%, lo que refleja que aún más de 17 millones de argentinos viven en condiciones de pobreza. Según las proyecciones, el 36% de pobreza que mencionó Milei estaría en línea con algunos análisis privados, como el de la Universidad Torcuato Di Tella, que lo situó en 36,7%.
El panorama, sin embargo, no es tan optimista si se tiene en cuenta la pérdida de empleo formal que, según los datos oficiales, alcanzó a casi 185.000 trabajadores en el último año. A su vez, la proporción de ingresos no laborales, como las ayudas estatales, aumentó entre los sectores más pobres, lo que evidencia que las familias dependen cada vez más de las transferencias del Estado y menos de los ingresos provenientes del trabajo.
Los sectores de menores recursos también vieron disminuir los ingresos por trabajo registrado y no registrado, mientras que los que provienen de asistencia como la AUH (Asignación Universal por Hijo) y las tarjetas alimentarias subieron por encima de la inflación, lo que indica que, si bien los subsidios aumentaron, los ingresos por empleo no han tenido la misma tendencia.
Por otro lado, la Ciudad de Buenos Aires sigue siendo la región con menor pobreza en el país, con un 15,3%, un dato que refuerza las disparidades entre los diferentes territorios del país.
En medio de estas tensiones, la discusión sobre la pobreza en Argentina continúa siendo un tema caliente, en el que las cifras oficiales y las proyecciones del gobierno no parecen coincidir, lo que alimenta el debate sobre la eficacia de las políticas económicas implementadas hasta ahora.