Jair Bolsonaro, quien gobernó Brasil entre 2019 y 2022, afirmó este domingo que no tiene intención de abandonar el país, a pesar de la posibilidad de ser condenado a 28 años de prisión por su implicación en un intento de golpe de Estado y otros delitos. Durante un acto realizado en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, el exmandatario precisó que el próximo 25 de marzo el Supremo Tribunal Federal (STF) podría decidir iniciar un juicio en su contra, a pedido de la Procuraduría General de la República.
El líder del Partido Liberal y exmilitar está acusado, junto a 33 personas cercanas a su entorno, de haber conspirado a finales de 2022 para impedir la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva, quien ganó las elecciones presidenciales de ese año y asumió su tercer mandato. Según las investigaciones, Bolsonaro habría sido informado por militares y ministros sobre un presunto plan para asesinar a Lula, al vicepresidente Geraldo Alckmin y al juez del STF, Alexandre de Moraes.
Además de esta acusación, el exmandatario se encuentra inhabilitado para participar en las elecciones presidenciales de 2026 tras ser condenado por la justicia electoral por utilizar recursos del Estado para denunciar un supuesto fraude electoral en 2022.
Este domingo, Bolsonaro estuvo acompañado por cuatro gobernadores en un acto donde también reclamaron una ley de amnistía para los más de 1.000 simpatizantes que fueron condenados por su participación en el intento de golpe de Estado y actos de vandalismo durante la invasión y daño a las sedes de los poderes públicos en Brasilia el 8 de enero de 2023.