La cláusula de prórroga estaba indicada en el último contrato firmado en 2019, tras una licitación donde la entidad de los Eskenazi fue la única oferente.
El gobierno provincial anunció este domingo que prorrogó por cinco años más el contrato de vinculación como agente financiero del Estado santafesino a la entidad de la que es propietaria el Grupo Petersen, de la familia Eskenazi
En los papeles era la posibilidad más cercana, tras haberse vencido en noviembre pasado el plazo original acordado entre las partes en la licitación número 23 suscripta en 2019 por el gobierno del entonces socialista Miguel Lifsfhitz.
Aquel entendimiento habilitaba la posibilidad de la prórroga de cinco años ahora anunciada por la gestión de Maximiliano Pullaro.
La noticia fue acompañada por información indicativa de que en el nuevo contrato el Nuevo Banco de Santa Fe, el agente financiero “se compromete a brindar mejores créditos para los sectores productivos, créditos hipotecarios, financiamiento de equipos para municipios y comunas, y la elevación del canon al Estado”.
En este último punto, fuentes al tanto de la negociación indicaron que la entidad bancaria pasará a abonar al Estado Provincial un canon anual superior al que abonó en los últimos cinco años. Esto sería del 4 % al 4,4 % de la masa salarial, pasando de aproximadamente 13 mil millones de pesos anuales a 16 mil millones de pesos.
Además, una fuente del gobierno provincial dijo a este cronista que habrá una flexibilización en la exclusividad que hoy tiene el banco, lo que permitirá al Estado santafesino poder operar con otras entidades. En los hechos, ya hay entendimiento por ejemplo con el Banco Municipal de Rosario que permiten apalancar créditos hipotecarios bajo el programa denominado “Nido”.
Finalmente, se informa que se incorporarán facilidades y beneficios para todos los santafesinos, entre ellos, que el contribuyente pueda abonar sus impuestos desde el medio en el cual maneja sus finanzas personales, sean bancos o fintech.
La negociación cierra con la impronta de la gestión Pullaro, que pretende hacerse fuerte en el pilar productivo, entre otros.
En esa misma línea fue la política tributaria 2025 respecto de la relación con las entidades bancarias, a las que se les subió Ingresos Brutos del 7 al 9% pero al mismo tiempo se les permite deducir de la base imponible los intereses por préstamos a Pymes del programa que cree el Ministerio de Desarrollo de Productivo o por préstamo a Municipios y a la Provincia.
En otras palabras, se les aumentó la alícuota a los bancos, pero al mismo tiempo se da la posibilidad de reducir parcialmente la carga tributaria mediante los incentivos que tengan para prestar más a Pymes y Municipios.
El Nuevo Banco de Santa Fe S.A. accedió al control del entonces Banco Provincial tras la privatización realizada por la gestión encabezada por Jorge Obeid, en 1997.
En aquel entonces el banco cayó en manos de un holding internacional que tuvo como cara visible a los hermanos Carlos y José Rohm quienes luego debieron enfrentar causas judiciales de distinta índole entre ellas por evasión, lavado de activos y fraude.
Tras la escandalosa salida de los Rohm, el Grupo Petersen se hizo del banco que siguió siendo el agente financiero santafesino.