El Intendente de Casilda, Guillermo Franchella, brindó hoy detalles sobre los graves daños provocados por el tornado que azotó la ciudad en la tarde de ayer. En una entrevista, el funcionario destacó que, afortunadamente, no hubo víctimas fatales, aunque la ciudad enfrenta importantes consecuencias ecológicas y económicas.
“Fue una gran desgracia para la ciudad, pero gracias a la bendición de que no hubo víctimas personales aunque sí hay daños importantes. Estamos trabajando sin parar desde que ocurrió el desastre”, afirmó el Intendente.
El temporal, que fue particularmente severo debido a los vientos de hasta 115 km/h, causó serios destrozos en toda la ciudad. “Nadie previó que podía haber un viento de esa magnitud”, comentó Franchella, quien destacó que las tormentas como esta no están diseñadas para ser resistidas por la infraestructura local.
El viento afectó tanto a viviendas como a los espacios públicos, especialmente en los barrios más vulnerables. Varias casas sufrieron voladuras de techos, y en algunos casos, los residentes tuvieron que ser evacuados.
En cuanto a los cortes de energía, el Intendente explicó que se produjo un corte preventivo en el suministro eléctrico debido a la caída de cables y postes en diversas zonas. “El 50% del arbolado urbano está afectado, algunos árboles fueron arrasados como si fueran de papel”, señaló Franchella, quien agregó que los esfuerzos para recomponer la ciudad seguirán a lo largo de la semana.
Respecto a las actividades en la ciudad, el funcionario informó que no habrá clases ni atención en los tribunales. Sin embargo, expresó su esperanza de que la situación pueda normalizarse para el lunes, cuando las actividades puedan reanudarse.
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