La Empresa Provincial de la Energía (EPE) de Santa Fe ha iniciado la implementación de un ambicioso Plan de Digitalización Integral, que incluye la instalación de dispositivos de telemedición para mejorar la eficiencia del consumo energético, optimizar el servicio y garantizar la sostenibilidad del sistema eléctrico. Este proceso no solo permitirá realizar mediciones más precisas, sino también prevenir fallas a gran escala y optimizar los gastos operativos.
El plan comenzó con la telemedición de las denominadas Grandes Demandas, que representan el 55% del consumo energético de la provincia, compuesto principalmente por empresas e industrias. Según el anuncio realizado en noviembre de 2024, la telemedición residencial (Pequeñas Demandas, que representan el 45% restante) será implementada de manera progresiva, con el objetivo de que, para 2030, toda la demanda sea medida de manera inteligente.
¿Cómo funciona la telemedición?
El sistema de telemedición, que comenzó a implementarse en Argentina hace alrededor de cinco años, se basa en medidores inteligentes que permiten la recolección de datos en tiempo real. Estos dispositivos no solo miden el consumo, sino que también facilitan la ejecución de operaciones de forma remota, como cortes y reconexiones. Desde Silexis, empresa proveedora de estos medidores, explicaron que el sistema permite a las empresas distribuidoras o cooperativas gestionar el servicio de forma más eficiente al tener acceso a datos en tiempo real.
Uno de los principales beneficios de la telemedición es la posibilidad de implementar precios diferenciados por franjas horarias, como ya lo hace la empresa UTE de Uruguay. Además, se abre la puerta a sistemas de consumo prepago, ideales para propiedades de alquiler temporal, como casas de fin de semana o departamentos turísticos, donde los usuarios pagan por la energía que quieren consumir.
Ventajas para usuarios y distribuidoras
La instalación de medidores inteligentes tiene beneficios tanto para los usuarios como para las distribuidoras. Desde el punto de vista de las distribuidoras, se reducen los costos operativos asociados a las cuadrillas que se desplazan para realizar cortes y reconexiones, ya que estas acciones pueden ejecutarse de manera remota. Para los usuarios, la principal ventaja es la posibilidad de gestionar su consumo, adaptándose a las bandas horarias y reduciendo sus costos según el momento del día en que utilicen más energía.
Además, los usuarios podrán acceder a información detallada sobre su consumo, con actualizaciones que se podrán realizar cada 15 minutos o en períodos de horas, dependiendo de la infraestructura de cada empresa para almacenar y transmitir esos datos.
Cronograma de implementación
El cronograma de implementación de la telemedición en Santa Fe está dividido en fases progresivas. Para 2025, se prevé cubrir el 12% de la demanda total, lo que equivale a 150.000 medidores. En los años siguientes, se proyecta una expansión gradual con el objetivo de llegar a 1.300.000 medidores para 2030, lo que implicará una inversión de 118 millones de dólares.
Esta digitalización de la medición de energía forma parte de un proceso más amplio que busca hacer de la provincia un referente en la gestión eficiente y sostenible de los recursos energéticos, mejorando la calidad del servicio y permitiendo a los usuarios tener mayor control sobre su consumo.