En enero, el Banco Central perdió casi US$ 1.500 millones en reservas. Este gasto se debió a turismo y pagos con tarjetas de crédito en el exterior.
Los egresos por estos conceptos alcanzaron los US$ 1.486 millones, el nivel más alto en siete años. Esta situación provocó un déficit en la cuenta corriente de US$ 1.656 millones.
A pesar de las compras de divisas, las reservas internacionales disminuyeron US$ 1.331 millones en enero. En febrero, la pérdida aumentó a otros US$ 1.400 millones.
El Tesoro debió afrontar pagos por US$ 950 millones en enero, incluyendo US$ 162 millones a organismos internacionales. También pagó casi US$ 500 millones a tenedores de deuda.
La cuenta de viajes representó un neto de US$ 1.112 millones. Los residentes gastaron US$ 1.486 millones menos ingresos por US$ 374 millones de extranjeros.
La cuenta de viajes, pasajes y pagos con tarjeta sumó US$ 8.496 millones en 2023. Aproximadamente el 70% de estos egresos se canceló con fondos propios en moneda extranjera.
Esto mitigó el impacto negativo en el mercado de cambios y las reservas internacionales. A pesar de un superávit comercial de US$ 425 millones, la situación de las reservas sigue siendo preocupante.