La Justicia Federal de San Martín resolvió a favor de una vecina que había demandado a la prepaga a la que está afiliada, exigiendo que le entregara de manera directa la leche medicamentosa que su hijo, Nazareno, necesita para alimentarse. Nazareno, un niño de casi dos años, padece de alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) e intolerancia a la lactosa, lo que requiere que consuma una fórmula especial sin lactosa, cuyo costo mensual supera los $900.000.
Debido a los altos costos de la leche, Laura, madre del niño, no podía seguir comprándola con su salario y se vio obligada a recurrir a sus ahorros personales. Ante esta situación, la mujer decidió recurrir a la Justicia, logrando un fallo que establece un precedente importante en el cumplimiento de la Ley Nacional 27.305, que obliga a las obras sociales y prepagas a cubrir el 100% de los productos de leche medicamentosa recetados por el pediatra.
El contexto de la ley y la cobertura
Desde 2016, la Ley Nacional 27.305 establece que las obras sociales y prepagas deben cubrir la leche medicamentosa recetada por el pediatra sin necesidad de reintegro, un derecho que no siempre se cumple, tal como lo señala un informe publicado en diciembre de 2024. Según el estudio, el 42% de los niños con alergias o trastornos metabólicos no acceden a la leche medicamentosa debido a la negativa de las obras sociales y prepagas a cumplir con la normativa.
La interrupción del tratamiento o la falta de la cantidad adecuada de leche medicamentosa puede afectar gravemente el desarrollo y crecimiento de los niños con estas patologías, lo que subraya la importancia de que se garantice el acceso a estos productos. Según el Ministerio de Salud de la Nación, cada día nacen más de 40 bebés con intolerancia a la lactosa, lo que representa al menos 15.000 casos nuevos por año.
El camino hacia la justicia
El director de Reclamar Salud y abogado de la madre, Manuel Luaces, comentó que son muchas las familias que enfrentan el rechazo de las prepagas y obras sociales para cubrir este tipo de leche. “Muchas veces, los padres se resignan ante tanta burocracia y terminan pagando de su bolsillo o, en el peor de los casos, el niño no se alimenta adecuadamente. La mejor opción es presentar un amparo judicial”, explicó Luaces.
Laura, tras hacer varios reclamos administrativos en su prepaga sin obtener respuesta, decidió judicializar el caso mediante un amparo. Este trámite incluye la presentación de un formulario ante la Superintendencia de Servicios de Salud, copias del DNI, recibos de sueldo y facturas de la prepaga, entre otros documentos. Luaces recalcó que cualquier persona que tenga una orden médica indicando la necesidad de leche medicamentosa puede presentar este tipo de reclamo judicial.
Este fallo no solo beneficia a Nazareno, sino que también sienta un precedente importante en la lucha por los derechos de los niños con enfermedades metabólicas o digestivas que requieren este tipo de productos para su desarrollo adecuado.