En una emotiva entrevista con EME Medios, Mabel Rodas, una de las enfermeras que desempeñó un rol crucial durante la Guerra de Malvinas en 1982, compartió un relato conmovedor sobre los días extremos que vivió junto a sus compañeras en el Hospital Naval de Puerto Belgrano.
Con tan solo 24 años, Rodas y un grupo de enfermeras recién recibidas se enfrentaron a la dura tarea de salvar las vidas de los soldados argentinos que llegaban gravemente heridos desde el frente de batalla.
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“Era todo muy crudo”, confesó Rodas, recordando la intensidad de aquellos momentos. Los soldados, muchos de ellos jóvenes conscriptos, llegaban con heridas devastadoras, producto de los combates en las islas. “Recibir pacientes en ese estado, con tan poca experiencia, fue un desafío enorme. Pero pusimos todo el valor que teníamos”, afirmó. La enfermera destacó la fortaleza colectiva del equipo, que, a pesar de su inexperiencia, se volcó de lleno a la misión de atender y contener a los heridos en medio de un contexto de caos y dolor.
Rodas también reflexionó sobre el silencio que envolvió su historia y la de sus compañeras durante décadas. “Hace años empecé a preguntarme por qué no habíamos contado lo que vivimos. Éramos parte de esa guerra, pero nuestras voces no se escuchaban”, expresó. Este cuestionamiento la llevó a romper el silencio y a compartir su experiencia, visibilizando el esfuerzo y la entrega de las enfermeras que trabajaron incansablemente en la retaguardia.
Con orgullo, la profesional de enfermería cerró su relato destacando el éxito de su labor: “Cumplimos la misión porque hasta diciembre de ese año todos se fueron de alta”. Sus palabras reflejan no solo la dedicación de aquellas jóvenes enfermeras, sino también el impacto humano de su trabajo en un momento histórico marcado por la tragedia. El testimonio de Mabel Rodas se suma al reconocimiento tardío pero necesario de las mujeres que, desde su lugar, fueron pilares fundamentales durante el conflicto de Malvinas.