En un acto celebrado este lunes en la ciudad de Cajamar, estado de Sao Paulo, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, envió un mensaje de tranquilidad a la población en medio del nuevo escenario comercial generado por los recientes aranceles del 10% impuestos por Estados Unidos a las importaciones provenientes del país sudamericano.
“Brasil está seguro porque tenemos un colchón de 350.000 millones de dólares que nos dan cierta tranquilidad”, expresó el mandatario, haciendo referencia a las reservas internacionales acumuladas durante sus anteriores gestiones presidenciales (2003–2010).
Lula recordó que al asumir su primer mandato en 2003, Brasil enfrentaba serios problemas de endeudamiento externo, especialmente con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En ese contexto, su gobierno decidió cancelar una deuda de 30.000 millones de dólares con el organismo para recuperar la autonomía financiera del país. “Pagamos al FMI y logramos crecer. Hicimos reservas que siguen hasta hoy”, agregó.
Las declaraciones llegan luego de que Estados Unidos anunciara un aumento de tarifas a la importación de acero y aluminio, sectores clave en la economía brasileña. En respuesta, funcionarios del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil prevén mantener esta semana reuniones en Washington con representantes del comercio estadounidense para discutir el nuevo cuadro tarifario.
Con este respaldo económico y diplomático, el gobierno de Lula busca mantener la estabilidad y preservar las relaciones comerciales estratégicas de Brasil, en un contexto global de creciente tensión por las políticas proteccionistas impulsadas por el presidente Donald Trump.