La construcción del nuevo puente entre Santa Fe y Santo Tomé generó revuelo político luego de que se difundiera un comunicado de Vialidad Nacional en el que se intimaba a la provincia a detener las obras por falta de permisos formales. El mensaje, enviado a un medio local en respuesta a un pedido de acceso a la información, sostiene que la obra no cuenta con la habilitación correspondiente para avanzar.
Ante esto, el gobierno de Santa Fe salió al cruce. Lisandro Enrico, ministro de Obras Públicas provincial, fue el primero en responder y desestimar la intimación: “Queremos informar desde el Gobierno de Santa Fe que la obra que se inició el 13 de marzo va a seguir tal cual fue planificada”, expresó a través de sus redes sociales.
Además, aclaró: “Es un puente que está dentro de jurisdicción provincial, sobre el Río Salado, y conecta dos márgenes pertenecientes a municipios de Santa Fe. No hay interferencia con terrenos nacionales”.
Al respecto, el gobernador Maximiliano Pullaro también se refirió al tema con declaraciones contundentes en EME: “Es una obra que nos prometieron los últimos cinco presidentes de la Nación y nunca cumplieron. Santa Fe ya esperó demasiado”.
Y agregó con tono firme: “Cuando se cortó el Puente Carretero, decidimos no esperar más. Licitamos una obra propia, con recursos propios, y ya está en marcha. Ningún burócrata nos va a decir qué hacer con las obras de nuestra provincia”.
Desde el gobierno sostienen que el proyecto fue revisado, licitado y ejecutado por la provincia, y que las declaraciones de Vialidad Nacional llegaron por canales informales, sin ninguna notificación oficial previa.
“Nos enteramos por los medios. No hubo ningún aviso formal. Por eso respondimos con contundencia”, aseguró Enrico.
Para calmar los ánimos, Marcelo Campoy, director de Vialidad Nacional, se comunicó con Enrico en las últimas horas. Según trascendió, el funcionario nacional le aclaró que no estaba al tanto del comunicado y que se trataba de “cuestiones formales” que no impedirían la continuidad de la obra.
“Campoy le planteó al ministro Enrico que sigamos construyendo. Que había algunos aspectos administrativos a resolver, pero que la obra puede avanzar”, señalaron desde el Ejecutivo provincial.
Pullaro cerró el tema con un mensaje claro a la ciudadanía: “Sabemos que hay desconfianza porque durante años se prometieron cosas que nunca se hicieron. Pero esta vez es distinto. El puente está en marcha y lo vamos a terminar.”
El nuevo viaducto es considerado una obra estratégica para mejorar la conectividad, aliviar el tránsito del histórico Puente Carretero y potenciar el vínculo entre las dos ciudades. Pese al cruce con Nación, en Santa Fe aseguran que la obra no se detendrá por ningún motivo.