La crisis en Vicentin se agrava. Este domingo, la histórica firma agroexportadora anunció a través de una carta oficial que no podrá pagar los sueldos correspondientes al mes de marzo y que suspenderá temporalmente la actividad en todas sus plantas productivas. El comunicado, firmado por el Directorio y fechado el 6 de abril, fue recibido con preocupación por sus trabajadores y generó alarma en el sector.
En la misiva, la compañía advirtió que atraviesa “circunstancias extraordinarias” desde hace meses, pero que la situación se deterioró aún más en las últimas semanas debido a resoluciones judiciales que impactaron directamente en su operatividad. “El impacto directo en nuestras operaciones y también en nuestra capacidad para cumplir con nuestras obligaciones económicas más esenciales, como el pago de los salarios de marzo, nos obligó a tomar decisiones difíciles”, explicaron.
Además, el Directorio señaló que muchos de sus clientes comenzaron a demorar o suspender envíos de insumos clave, lo que profundizó la parálisis productiva. “Estas decisiones reflejan una creciente desconfianza en la continuidad de la empresa”, sostuvieron desde la firma.
Vicentin, que ya se encontraba en una situación financiera delicada desde fines de 2019, enfrenta ahora un nuevo capítulo de incertidumbre. A las deudas millonarias y los litigios judiciales se suma el malestar de sus empleados, que esperan una respuesta sobre cuándo y cómo podrán cobrar.
La noticia llega en un contexto económico nacional complejo, con tensiones en el mercado laboral y dificultades para muchas industrias. En este escenario, la situación de Vicentin se vuelve una señal de alerta sobre la fragilidad de uno de los sectores más estratégicos del país.