En el populoso barrio de Ciudadela, eje de una gran vida social por el club y la cercanía a tres importantes avenidas, está pasando por horas críticas en materia de seguridad por lo que los vecinos se reunieron para tomar cartas en el asunto.
Arrebatos, robos, entraderas y motochorros agobian a quienes viven en barrio Ciudadela. Los vecinos autoconvocados se avisan y alertan mediante Whatsapp cuando hay movimientos extraños en el barrio para tratar de incrementar la estadística de inseguridad en la ciudad.
Por tal motivo, en la tarde del martes se reunieron en el Gimnasio del club Gimnasia y Esgrima de Ciudadela, minutos antes pasó el colmo de la situación, dos motochorros asaltaron a una familia que se disponía a ir a la reunión. “Nos vino como anillo al dedo para demostrar como está el barrio”, dijo Juan Ignacio.
De la asamblea barrial participaron representantes del Ministerio de Seguridad, de la Municipalidad y de la comisaría de la zona para saber cómo están trabajando. La conclusión que salió a la luz fue que es importante realizar la denuncia al 911 para hacer un “mapa caliente” de la zona del delito.
Los lugares comunes donde se dan los delitos, según Juan, son: las paradas de la línea 18 donde los delincuentes están esperando para hacer el arrebato, hay ingresos a las casas en horarios cuando la gente está trabajando y al “llegar se encuentran con la casa revuelta”.
Pese a tener identificada los lugares, “no hay horario para el delito”, aseguran los vecinos. “Haciendo un mapeo, se determinó que los hechos se repiten a la siesta, a la tarde-noche y cuando se vuelve de trabajar”, agregaron.
Una situación paradójica se con las luces de los patrulleros. Quienes viven en Ciudadela dicen que éstas “alertan a los delincuentes, que pueden divisar a cuantas cuadras están los móviles y por que calles doblan”.