Como consecuencia de los pagos de jubilaciones por debajo de la inflación, los adultos mayores son los más damnificados. Además, Marcelo Peretta titular del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB), alertó que existe la posibilidad que se suspenda la atención a los afiliados al PAMI en las farmacias
Los más damnificados por el incremento en el precio de los medicamentos son los adultos mayores. Según Marcelo Peretta, titular del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB), a las “nuevas escalas de pagos de jubilaciones por debajo de la inflación se les suman los aumentos y la posibilidad de que se suspenda la atención a los afiliados al PAMI en las farmacias”
“Esto es muy peligroso porque el jubilado en lugar de ir a buscar la receta del PAMI todos los meses va uno por medio. Entonces se perjudica la salud y se vuelve inefectivo el tratamiento, sobre todo si es crónico”, alertó el sindicalista.
En ese sentido, se refirió a la amenaza de que se suspenda la atención de afiliados. “Los laboratorios rescindieron el contrato con el PAMI porque es ilegal. La industria que elabora el medicamento no puede, según establece la Ley 17.565, firmar un convenio prestacional porque no es prestador. Sólo puede comercializarlos a las droguerías y estas a su vez a las farmacias”, explicó.
Peretta precisó que “hoy la industria farmacéutica debe casi 3 mil millones de pesos, porque no paga desde mayo” y aclaró que “es inviable que la farmacia financie eso, por eso lanzaron un últimatum para que se cancele la deuda, porque si no no se puede dar el descuento”.
Y añadió: “Hay perversión y cinismo, porque la industria te factura a 25 días el medicamento que vende. En cambio, la farmacia entrega por PAMI, pero termina de cobrarlo en 120 días. Además de ser una ilegalidad es un contrato leonino, pero las farmacias muchas veces lo aceptan para tratar de tener entre su público a los jubilados”.
“Hay seis millones de jubilados que necesitan estos medicamentos y descuentos para vivir, pero el Estado no se preocupa. Al Estado no le importa la salud, porque baja la categoría de un Ministerio a una Secretaría”, concluyó el titular del SAFYB.