El Gobierno cree que este viernes el organismo dará su aval definitivo. Es un paquete de US$ 57.100 millones, de los cuales ingresarán al país US$ 6.700 antes de fin de mes y una cifra similar en diciembre.
El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional se reúne este viernes en Washington para debatir la revisión del acuerdo Stand by para Argentina y, como se estima que el programa será aprobado, a partir de entonces podrán comenzar a liberarse los desembolsos a nuestro país.
En el edificio de la avenida Pennsylvania, los directores de los países miembros del organismo tratarán el acuerdo cuyo trazo grueso fue presentado hace un mes en el consulado argentino en Nueva York, en una conferencia conjunta entre el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, y la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde. Es una revisión del compromiso alcanzado en junio que no alcanzó a frenar las turbulencias financieras.
El acuerdo –el mayor programa en la historia del FMI— contempla préstamos por un total de 57.100 millones de dólares y se aumentan significativamente los desembolsos previstos para lo que resta del 2018 y para el 2019. Con la luz verde del Directorio, podrían ingresar unos 6.700 millones antes de fin de mes y otro tanto en diciembre.
También se conocerá este viernes la Carta de Intención que el Gobierno presentará al organismo, en la que establece en detalle las metas que se compromete a alcanzar.
Por lo que ha sido anunciado oficialmente, la administración de Mauricio Macri se compromete a déficit cero el año próximo, un superávit de 1% en 2020 y abandona definitivamente el sistema de metas de inflación, que había defendido desde el Banco Central Federico Sturzenegger y había desactivado, aunque sin admitirlo, el renunciante Luis Caputo. Con Guido Sandleris al frente del BCRA, ahora utilizarán el método de los “agregados monetarios”, con una banda de flotación para el dólar de entre 34 y 44 pesos.
A partir de la aprobación del Directorio, se activa el mecanismo de desembolsos hacia Argentina. El Tesoro recibirá entonces unos 6.700 millones de dólares, a los que se sumarán otros 1.165 en noviembre provenientes de otros organismos internacionales. En diciembre se agregarán otros 6.700 millones del FMI y 1.100 de Banco Mundial, BID y CAF, según informó Sandleris a principios de octubre.
El dinero no llegará directamente a nuestro país, sino a través de un sistema que es habitual en estos casos y que incluye movimientos bancarios en la ciudad suiza de Basilea.
Para movilizar el préstamo, el organismo utiliza generalmente el Bank for International Settlements (conocido como BiS), que es una institución internacional que funciona como si fuera un banco de los bancos centrales de todos los países miembros del FMI. De allí va a la Argentina. El trámite suele demorar solo un par de días hábiles.
El Directorio Ejecutivo está conformado por los representantes de todos los países miembros, pero pesan más los votos de las economías más poderosas, que son las que aportan más dinero al organismo, entre ellas Estados Unidos, Japón, Alemania, Canadá, Francia, Gran Bretaña, Italia.
Se descarta que el acuerdo será aprobado porque estos países centrales ya han brindado apoyo político al acuerdo, a través de declaraciones y comunicados. De hecho, el propio presidente Donald Trump avaló personalmente la negociación argentina con el FMI y las reformas emprendidas por el presidente Mauricio Macri.
Los desembolsos del FMI ingresarán para “apoyo presupuestario” y ya no serán “precautorios” como en el acuerdo original de junio, lo que quiere decir que ingresarán al país siempre y cuando se vayan cumpliendo con las metas reveladas en la carta de intención.
El FMI irá supervisando los avances y para seguir la situación más de cerca designó a Trevor Alleyne como su representante en Buenos Aires. El economista jamaiquino se haría cargo en noviembre y el Fondo abriría entonces una oficina en la capital argentina. Hasta ahora el organismo tiene un despacho en el Banco Central, que se inauguró cuando se firmó el primer crédito Stand by con el organismo, durante la presidencia de Arturo Frondizi en 1958.