El llanto de un bebé alertó a los pobladores de la provincia de Negros Oriental en Filipinas. Entre la vegetación se encontraron dos cuerpos de pequeños recién nacidos.
Se trataban de unas gemelas que fueron lanzadas desde un carro en movimiento. Ambas lloraban, una más que otra, mientras eran buscadas por la gente. Cayeron entre las hierbas y sin nada de ropa que las protegiera.
Los testigos especulan que la madre fue quien las dejó caer desde el vehículo con el propósito de deshacerse de ellas. Sus cuerpos estaban cubiertos por lo que parecía sangre del momento de su nacimiento.
Mientras llegaba la ambulancia las personas del lugar las cubrieron con ropa y mantas con el fin de que no sufrieran más. Una de ellas movía los brazos y piernas en el aire.
Al llegar al hospital la más pequeña y débil murió, mientras que su hermana se encuentra en observación en el área de maternidad. No se informó sobre las acciones que se tomaron respecto al cuerpo sin vida de la otra niña.
Testimonios de los habitantes de la zona relataron la incredulidad de que una madre pudiera hacer eso. “Es tan triste, y me enoja tanto cuando pienso en una persona adulta que le ha hecho esto a sus hijos”, dijo Jean Miral, una residente al medio británico Mirror.
“Es tan hermoso ver a la niña viva y pensar cómo fue salvada. Pero siempre estará sin su hermana gemela”.
Jean explicó que no saben quién es la madre, pero tuvo que desaparecer rápidamente en el automóvil porque las bebés no habían estado tiradas durante mucho tiempo.
Aún sin pistas, las autoridades intentan localizar a la madre o algún familiar de las recién nacidas.