La foto de una mujer policía amamantando a un bebé abandonado en un hospital de Berisso se volvió viral. Ahora bien, este acto de amor, ¿conlleva algún riesgo para la salud de ambos? Los expertos responden.
No es la primera vez que sucede, sin embargo, la imagen siempre genera empatía. Es que a Celeste Ayala le tiró más el instinto maternal que su profesión, y detuvo el recorrido que estaba haciendo en calidad de policía por el Hospital Mario Larrain, de Berisso, para amamantar a un bebé que había sido traído junto a sus hermanitos por una asistente social.
Según contó Marcos Heredia, un compañero de ella, “sin conocer al bebito no dudó en ayudarlo y por un momento cumplió como si fuera su madre”. Allí fue cuando le dijo a la asistente social que ella era mamá de una beba de un año y cuatro meses, que todavía tomaba el pecho, y que, si ella se lo permitía, podía alimentar al bebé que lloraba de hambre.
Fue así como Celeste sacó su pecho y comenzó a amamantar al bebé. “Fue más mi instinto maternal. La verdad, era una situación triste. El bebé lloraba porque tenía hambre. Se lo sacaron a los padres porque estaba en estado de abandono”, contó la mujer y agregó: “Apenas lo puse se prendió y ahí nomás llegó el médico, ¡y quería seguir!”. Después se enteró de que el bebé estaba desnutrido.
El gesto de Celeste se volvió viral y ella fue invitada a participar de La Noche de Mirtha para contar más detalles sobre el caso. Allí, reveló: “Cuando volvimos de una recorrida, escuchamos que lloraba el bebé. ‘Me parece que tiene hambre esa criatura’, le dije a la chica de Asistencia Social. Le estaba dando como una masita y la bebé se ponía un dedo en la boca. Le pregunté que si quería que le diera la teta, porque tengo una nena de un año y cuatro meses. Me dijo que sí”.
Pese a que el gesto es ejemplar, que su acto fue de entrega y amor desinteresado, algunos comentarios hablaban de la posibilidad de poner en riesgo la salud del bebé (y la de ella misma) al amamantarlo sin realizarse estudios previos. Esto nos llevó a buscar la opinión de dos profesionales de la salud, y esto fue lo que dijeron:
“Si está amamantando a su propio hijo no debería tener ninguna contraindicación darle el pecho a otro, ya que seguramente se hizo estudios durante el embarazo y si está dando de mamar es porque está sana“, afirma Mariana Castagnino, Médica Pediatra, y agrega: “Si el pezón está sano (sin grietas) no hay posibilidades de contagio de nada”.
En esta línea, Sabrina Critzmann, Médica Pediatra y estudiante de Puericultura, advierte sobre los riesgos de comunicar de forma irresponsable o incompleta en los medios de comunicación y pese a que entiende que lo que se quiso mostrar es que la lactancia “no es solo alimento, sino también amor”, aclara: “¿Se pueden amamantar niños que no son nuestros hijos? Antes hay que analizar que la nodriza tenga sus serologías negativas (HIV, hep B, sífilis, etc.), que no tenga lesiones de piel en las mamas, que no esté expuesta a sustancias que puedan hacer mal”.
Sobre las enfermedades que se transmiten con la lactancia, amplía: “El virus del HIV se transmite por leche materna. Es una de las formas de contagio vertical. En todo el mundo, se indica suspender lactancia ante un estado de positividad. Así como la ciencia ha podido prevenir la transmisión durante el embarazo y el parto, no se está muy lejos de prevenirlo a través de lactancia, pero aún no podemos indicar lactancia en madres HIV+ incluso cuando tengan carga viral indetectable”.