Ocurrió en Córdoba. Ester Coscarreli tiene 76 mientras que Neris Vildoza tiene 82 años. Un ejemplo de amor
En medio del aluvión de noticias políticas y económicas de los últimos días, vale la pena destacar la historia de Ester Coscarelli y Neris Vidolza, de 76 y 82 años respectivamente. La pareja, tras 48 años de noviazgo, decidió dar el “sí” frente a Dios y frente a la ley. Ella, nacida en la provincia de Cosenza, Italia, se fue a vivir a Buenos Aires cuando tenía 15 años, mientras que él, nacido en Catamarca, migró a la Capital Federal para hacer el servicio militar y una vez concluido, decidió quedarse.
La historia entre los dos comenzó en 1970, gracias a “un kilo de papas”, recuerda Ester. Ella había ido a comprar a la verdulería de siempre, pero al llegar a su casa se dio cuenta de que estaban podridas. Volvió a pedirle el cambio al verdulero, quien no quiso atender el reclamo. Así fue que caminó hasta otro mercado de la zona, para comprar papas en condiciones. Y en ese negocio atendía quien, meses después, se daría cuenta de que era el amor de su vida.
La pareja se afianzó y se mudó a Córdoba, donde el sábado a la noche fi nalmente se casaron. Instalados en el barrio Rivadavia, construyeron una gran familia conformada por cuatro hijos, ocho nietos y seis bisnietos. “Él es todo para mí, es mi vida entera. Me enamora su dulzura, su mirada, el amor con el que me trata y me trató siempre. El amor para nosotros no fue cosa de un día o de un tiempo. Yo me enamoré, él se enamoró y fue para toda la vida”, aseguró Ester.
“Sufrimos mucho, porque nos vinimos a Córdoba con una mano atrás y otra adelante. A lucharla desde abajo y a empezar con nuestra relojería de cero. El secreto entre nosotros fue estar en las buenas y en las malas. Porque en las buenas estamos todos, pero en las malas, solo nos tuvimos nosotros”, concluyó la mujer de 76 años.
En tanto, uno de los nietos de la pareja, Gianni Vildoza, contó: “Para mí fue muy especial esto. Cuando me contaron que decidieron casarse me alegré mucho, además me dieron el honor de ser uno de los testigos en el civil. Fue emocionante verlos cumplir su sueño de casarse”.