Es el bono que suelen cobrar todos los años desde 2009 y lo abonarán antes de las fiestas. Es una suerte de medio aguinaldo. El oficialismo descarta pagar algún monto extra.
Antes de fin de mes, aunque para los dirigentes sociales será antes de Navidad, el Gobierno pagará el bono de fin de año para beneficiarios de planes sociales. Será de 3.000 pesos, es decir la mitad de lo que actualmente reciben mensualmente. Alcanza a unas 450.000 personas que están nucleadas en aquellos beneficiarios que reciben el Salario Social Complementario y el programa Hacemos Futuro y otros planes menores.
“No hay nada nuevo ni extra. Desde el 2009 por resolución del programa reciben en diciembre la mitad de un plan; no hay nada extraordinario ni bono excepcional este año”, confirmó a este diario Carolina Stanley, la ministra de Desarrollo Social. Sin embargo, desde las organizaciones sociales cuentan que ya estaba acordado un extra de 1.000 para llegar a los 4.000 pesos totales en concepto de bono. Desde el Ejecutivo niegan el extra. “Era algo que habíamos planteado para agosto ya que era evidente en aquel entonces los estragos que había provocado la inflación y la devaluación”, dicen desde las organizaciones.
Por lo que reconstruyó este diario, este adicional de $ 1.000 está en duda -entre otras cuestiones- por los hechos de la semana pasada en la que los piqueteros más radicalizados marcharon y acamparon el miércoles a la noche frente al edificio de Desarrollo Social (ver aparte). Para el Gobierno fue “una extorsión”. Por la controversia que se generó, los dirigentes sociales lo leen como “una interna del Gobierno entre el ala dura, en la que está Patricia Bullrich, y el sector dialoguista, en el que se encontraría la ministra de Desarrollo Social.
Siguiendo la línea de refuerzos económicos dados por el Gobierno, desde la cartera ministerial comentan aseguran que hubo aumentos del Salario Social Complementario, que fueron de 5000 en julio a 5500 en octubre para llegar a diciembre en $ 6000. “Primero fuimos pegados al Salario Mínimo Vital y Móvil y a medida que avanzó el año nos fuimos separando”, dicen en el Gobierno.
En agosto, el Gobierno junto a sindicatos y empresarios acordaron llevar el Salario Mínimo Vital y Móvil de $ 10.000 a $12.5000, lo que representa un incremento del 25% hasta junio de 2019. Esta referencia salarial se toma para un trabajador soltero y sin hijos. El escalonamiento en las actualizaciones hasta alcanzar el 25% será del 7% en septiembre y 6% en diciembre, otro 6% en marzo y el último en junio.
A este incremento de los planes le suman el anuncio que hizo el propio Mauricio Macri a principios de septiembre. Tomó gran parte de su discurso de 25 minutos a abordar la cuestión de los más humildes. “Sabemos que con esta devaluación, la pobreza va a aumentar”, fueron sus palabras para, a continuación, anunciar que “las personas que reciben Asignación Universal por Hijo y otros programas sociales van a recibir un refuerzo en septiembre y diciembre”.
Esos aumentos llevaron a que el Gobierno acreditó en las cuentas de AUH $1.200 extra por hijo en septiembre y $1.500 en diciembre. Así, más de un millón de familias recibieron $2.700; 600.000 familias recibirán $5.400; 278.000 familias $8.100; 105.000 familias $10.800 y 47.000 familias $13.500 (este bono a la AUH se resolvió que fuera por hijo y no por grupo familiar).
El clima social está atado a lo económico, ya que estos extra de dinero son el oxígeno necesario para los sectores vulnerables. En ese sentido los Cayetanos (que agrupa a Barrios de Pie, la CTEP y la CCC) acordaron una serie de refuerzos de contención -con vistas a diciembre- que van desde la apertura de programas (incorporación de más beneficiarios a los planes, algo que habría sucedido durante agosto y septiembre) a una tarjeta para que los comedores compren comida a razón de $18 pesos diarios por cada niño que vaya al merendero, como una suerte de refuerzo alimentario para los comedores.
En cualquier caso, más allá del impacto de la situación económica en algunos barrios del conurbano nadie apuesta a un diciembre de saqueos y violencia en los movimientos sociales dialoguistas.