Ver una luz al final del túnel es algo que suele asociarse a momentos de vida o muerte y que personas en situaciones así aseguran haber experimentado.
Sin embargo, más allá de una situación “mística”, parece que todo puede ser explicado por la ciencia.
El portal web del “Daily Mail” compartió algunos resultados de investigaciones acerca del asunto.
Según los neurocientíficos Olaf Blanke y Sebastian Dieguez, existen dos tipos de experiencias cercanas a la muerte:
-El primero está relacionado con el hemisferio izquierdo del cerebro, lo que explicaría la sensación de alteración del tiempo y de volar.
-El segundo tipo, vinculado al hemisferio derecho del cerebro, tiene qué ver con la sensación de ver o hablar con espíritus o escuchar voces, música, sonido.
La interacción entre las regiones del cerebro y el lóbulo temporal también juegan un factor importante en este tipo de experiencias, pues cualquier alteración en este lóbulo -que procesa la información sensorial y la memoria- puede ocasionar percepciones extrañas.
Investigadores de la Universidad Metropolitana de Manchester aseguran que un tercio de la gente que ha enfrentado una situación cercana a la muerte ha reportado experiencias como la luz al final de un largo túnel y el ver a familiares queridos, también el sentir que su espíritu se separa de su cuerpo o sentir una gran paz.
De acuerdo con la investigación de la Universidad de Lieja, en Bélgica, para la que se entrevistó a 154 personas que enfrentaron una situación cercana a la muerte, 80% de los participantes dijo haber sentido una gran paz, 69% vio una luz y 64% se encontró con espíritus o gente.
Según “Daily Mail”, el científico Carl Sagan tenía su propia explicación: sugirió que el estrés por el que se atraviesa al sentirse cerca de la muerte hace que la gente recuerde su nacimiento y entonces el “túnel” sería el canal del parto.
No obstante, otros científicos han sugerido que el asunto está relacionado con las endorfinas que se liberan en situaciones tan estresantes; una manera que el cuerpo tiene de reducir el dolor e incrementar las sensaciones placenteras. Inclusive se ofrece el ejemplo de la ketamina, un anestésico con propiedades sedantes, pero que puede ocasionar sensaciones similares a las reportadas por las personas que han vivido un evento de vida o muerte, incluida la percepción de “salir del cuerpo”.
OTRAS EXPLICACIONES
Algunos científicos creen que esas experiencias se dan por la falta de oxígeno en el cerebro, lo que afectaría el lóbulo temporal y por tanto, ocasionar alucinaciones.
En una investigación realizada en los años 90 por el profesor Rick Strassman se descubrió que personas a las que se les inyectó dimetiltriptamina, una sustancia con propiedas psicotrópicas, experimentaban sensaciones de vida o muerte y según el mismo Strassman, esa sustancia se libera naturalmente en el cuerpo al nacer y morir.
Otra explicación es que las alucinaciones son causadas porque las células comienzan a morir.
Lo cierto es que hasta ahora no hay una explicación que satisfaga a todos. Cuando morimos, anatómicamente ocurre que el cuerpo deja de bombear y se detiene el flujo sanguíneo en todo el cuerpo. Después los músculos se ponen rígidos, se detiene la respiración y, por tanto, las células comienzan a morir, lo que convierte al cuerpo en un sitio vulnerable ante bacterias y hongos.