Este jueves, la temperatura, la humedad y la baja presión formaron un combo explosivo para el cuerpo de los santafesinos. La temperatura se acercó a los 40 grados pero fue la sensación térmica, la que hizo renegar a los capitalinos.
Durante toda la siesta y aún en la tarde se percibe el ambiente sofocante que suele arraigarse en las paredes y calles de la ciudad. Según el termómetro del Palacio Municipal, centro de referencia para las temperaturas en el centro, la térmica marcó 51,1 a las 17 horas.
Sumado al intenso calor, los santafesinos esperan el alivio de las lluvias anunciadas para esta noche. Las mismas serían abundantes y rondarían la media de todo el mes.