La joven, que cumple una condena de prisión perpetua en una cárcel de mujeres de Paraná por el asesinato de su novio Fernando Pastorizzo, encuentra la paz en Dios y no descarta la posibilidad de tener novio.
Nahir Galarza, encontró en la lectura y la escritura, su pasatiempo ideal en la cárcel de mujeres de la ciudad entrerriana de Paraná, en dónde está cumpliendo una condena de prisión perpetua por haber asesinado de dos tiros a quien era su novio, Fernando Pastorizzo, el 29 de diciembre de 2017.
La chica trata de vivir el momento, no en el pasado con lo que ella llama un “accidente” y mucho menos en lo que va a pasar, que será detrás de las rejas por muchos años. “Si te ponés a pensar en lo que estarías haciendo afuera en este momento te caés, te deprimís”, afirma.
Cree que por su manera de vivir, si no estuviera en una celda, estaría en un lugar peor. Que sus amigas, le dieron la espalda y que encontró en la religión, un lugar para encontrar la paz. Y eso tiene que ver con su acercamiento a Dios, pero no tanto a la iglesia, a pesar de haber tomado la comunión y la confirmación.
En cuanto a los sueños, su mente repite una y otra vez momentos no tan gratos que no la dejan en paz y que marcan su ánimo. “Me doy cuenta de mi estado emocional en base a pesadillas”, comentó
Nahir sorprendió al declararle a un periodista de Infobae, que “nunca se enamoró, pero que en algún momento va a pasar” y agregó que las circunstancias la ayudaron a crecer y a tomar mejores decisiones “No repetiría muchas cosas”. “Creo que ahora tengo un pensamiento más libre, una mente más abierta”, añadió.
La joven, mientras realiza talleres de literatura, vive escribiendo todo lo que siente en un cuaderno, como lo hacía desde chica y afirma que “no tendría problemas en encontrar el amor”.