Consejos para Navidad y Año Nuevo, dos fechas que, por varias razones, nos ponen al límite.
Las tradicionales fiestas de Navidad y Año Nuevo traen consigo la alegría de compartir momentos con familiares y amigos, y celebrar por la llegada de un mejor porvenir. Pero los festejos a veces suelen traer dolores de cabeza, porque con ellos llegan los accidentes con la pirotecnia así como los riesgos en la visión y en la audición por el uso de la misma.
Al llegar las fiestas es común que personas de todas las edades celebren utilizando fuegos artificiales, explosivos u otros artefactos como se usaba en el lejano oriente hace más de 1.500 años en la antigua civilización china. Juntamente con los sonidos, los aromas y las luces navideñas, vienen a la memoria decenas de casos de pacientes que a lo largo de los años los médicos fueron atendiendo, operando y aconsejando en las guardias oftalmológicas de estas fiestas, empañando la alegría de la festividad y el reencuentro familiar y con amigos.
La doctora Susana Cura (M.N. 71.837 y cirujana de mácula y retina oftalmóloga del Hospital Italiano) comentó que “los pacientes que atendemos en las guardias afectados por pirotecnia son en su mayoría varones con una relación de 4 varones por cada mujer”. En el mayor porcentaje de los casos (70%) son menores de 20 años. El grupo de más riesgo de lesiones es de 6 a 12 años. Entre los hospitales porteños, clínicas y hospitales privados la cifra de víctimas por daño por pirotecnia está cercana a los 1.000.
Lesiones de la visión
Cabe destacar, que las lesiones oculares comprenden lesiones leves de la superficie ocular, erosiones, úlceras y heridas corneales (que se van a los pocos días), quemaduras y heridas de los párpados (la punta de una bengala quema a 500ª C, 5 veces más que el agua hirviendo), sangrados y desgarros de iris, catarata traumática, desprendimiento de retina, hemorragias conjuntivales y sub-conjuntivales, heridas penetrantes con esquirlas de cohetes o cañitas voladoras u otro elemento de pirotecnia, estallido de globo ocular causadas por esquirlas o partículas constituyente del elemento pirotécnico como esquirlas de cartón. De estas lesiones descriptas prácticamente, un tercio deriva en ceguera o déficit visual irreversible.
“Muchos pueden ser los motivos que agregan riesgo a esta actividad como el uso por parte de los chicos muy pequeños que aún carecen de la coordinación ideal, ausencia de instructivos para su correcto uso, falta de protección necesaria y existencia de pirotecnia de mala calidad. No obstante, el uso de pirotecnia es una decisión personal, incluso forma parte de las tradiciones para algunas familias”, agregó la facultativa.
No sólo la pirotecnia puede ser causante de accidentes sino la simple destapación de una botella, por tal motivo, se recomienda evitar que el contenido líquido se congele, evitar agitar y apuntar, controlar el corcho, tapar e inclinar y sobre todo beber con moderación.
Hay que resaltar que de las lesiones oculares producidas en las fiestas, el 75% son causadas por manipulación de pirotecnia, el 15% por corchos de bebidas espumantes y el 10% por violencia social, accidentes de tránsito y excesos de alcohol.
Audición
Otro de los sentidos que están muy expuestos en las fiestas es la audición, y “la pirotecnia puede llegar a niveles elevados que se ubican entre los 150 y 175 decibeles, mientras que el sistema auditivo puede tolerar hasta 90 DB sin generar consecuencias en la audición. Para prevenir una lesión auditiva es recomendable alejarse varios centímetros en el caso de los adultos, ya que cuanto más lejos esté la persona menor será el daño”, recomendó enfáticamente la fonoaudióloga Agustina Leiro.
Fuente: Crónica