Fue autorizado a visitar a la joven condenada por homicidio en Gualeguaychú.
Se llama Matías Caudana, tiene 20 años y la Justicia lo procesó y le dictó prisión preventiva por narcotráfico. Es, además, el joven que pidió autorización para realizar visitas intercarcelarias a Nahir Galarza, condenada a prisión perpetua por el asesinato de quien era su novio, Fernando Pastorizzo. Este miércoles, Caudana obtuvo esa autorización por parte del Tribunal Oral Federal de Paraná.
Según contó Augusto Laferriere, abogado defensor de Caudana, él y Nahir se conocieron durante las visitas que el joven hace a la Unidad Penal N° 6, en la que están detenidas la abuela de Caudana y Galarza. Tanto el padre como la abuela de Caudana también fueron procesados por narcotráfico.
En el escrito en el que solicitó que Caudana pudiera visitar a Nahir, Laferriere sostuvo que el permiso se pedía para “profundizar la relación de noviazgo” entre ambos jóvenes. Sin embargo, en diálogo con Infobae, Galarza sostuvo: “No tengo novio ni conozco a ese chico. Inventan tantas cosas que necesitaría un día entero para desmentirlas”.
Aunque negó la relación amorosa con Caudana, este miércoles se supo que la joven entrerriana acordó autorizar al joven a que la visite en la unidad en la que cumple su condena.
Según la investigación judicial, Matías Caudana cumplía el rol de distribuir y almacenar drogas. En la causa bajo la que le dictaron prisión preventiva hubo otras 21 personas procesadas, incluido su padre, señalado como el jefe de la banda narco.
Cuando se le tomó declaración judicial, Matías Caudana sostuvo que trabajaba en la fábrica de hielo de su padre: contó que de lunes a sábados hacía repartos o cobraba a deudores, y que Gonzalo Caudana le pagaba 300 pesos por día. También contó que consume marihuana y que a eso se debían las fotos de flores de esa planta en su teléfono celular.
Al momento de la detención de Gonzalo Caudana, se le incautaron unos 12 kilos de cocaína y otros 10 de marihuana, y se secuestraron 700.000 pesos en la causa de una de las mujeres procesadas en la misma causa que padre e hijo.
“Con Matías tenía poca relación. Me iba a visitar una vez a la semana a la cárcel porque él iba al colegio. Después nos peleamos y estuvimos más de un año sin hablar. A finales de 2015 me dijo que quería trabajar y comenzó en la fábrica, pero la fábrica hacía como un año y medio que venía funcionando. Matías repartía. Yo fabricaba”, dijo en su declaración judicial Gonzalo Caudana, padre del joven que pidió autorización para visitar a Nahir, sobre su hijo. Se refería a su fábrica de hielo.
Durante ese mismo testimonio, el señalado como líder de la banda narco enfatizó su intención de desvincular a su hijo de la actividad delictiva: “Yo nunca lo involucré en ningún trabajo ilegal. Si estuve detenido por cuestiones ilegales, fue para que mi hijo no pase lo que yo pasé. Así que no lo involucraría”.
Para que los encuentros entre Caudana y Galarza efectivamente se lleven a cabo debe mediar una coordinación logística entre las dos unidades penales en las que cada uno permanece en prisión. Según trascendió, las visitas podrían hacerse efectivas desde mañana, y no hay ningún acuerdo para que se efectúen encuentros íntimos.