Puede que muchos no hayan escuchado todo el disco “Canción animal” aunque difícilmente haya alguien que no haya escuchado “De música ligera”, el tema que se transformó en el himno de estadios de Soda Stereo y abría el lado B de ese quinto disco, el más popular y exitoso de la banda. Pero “Canción animal” es mucho más que este megahit.
Lanzado el 7 de agosto de 1990, “Canción animal” incluye diez temas grabados en los estudios Criteria, de Miami, los mismos que también utilizaron Bob Marley, Abba, AC/DC y los Bee Gees, entre otros. Inicialmente iba a llamarse “Tensión e integridad”, pero después de dos meses de ensayos, composición y grabación decidieron descartarlo y titularlo con el nombre del tema que habla del turbulento romance de Gustavo Cerati con Paola Antonucci, una chica de 19 años.
Eso es lo que retrata la tapa del álbum que, a partir de un boceto inicial de Alfredo Lois, rediseñaron el propio Gustavo y Paola. La foto de una pareja de leones apareándose los representa a ellos. La veleta, ubicada arriba a la izquierda, la juventud del baterista Charly Alberti. El tensegrid, arriba a la derecha, el equilibrio del bajista Zeta Bossio. Esta portada no estuvo exenta de polémicas ya que en algunos países de Latinoamérica fue censurada y las ediciones de “Canción animal” en esos lugares muestran una foto del grupo en naranja y azul.
Además, “Canción animal” encierra una paradoja: Soda Stereo siempre fue la vanguardia. Sin embargo, hay una coincidencia unánime en que su obra maestra para muchos, no es precisamente la más vanguardista sino la que se inspira en el rock nacional de los ’70: Pescado Rabioso, Color Humano y Vox Dei fluyen por las venas de este album. Considerado el gran disco clásico del rock latino, para la revista Rolling Stone ocupa el puesto 9 entre los mejores 100 de la historia del rock argentino.