El acúfeno o tinnitus es definido por los especialistas como una percepción auditiva fantasma, similar a pitidos continuos, percibida únicamente por una persona
Según la OMS el 8% de la población mundial padece acúfenos y al menos un 30% de ella los ha sufrido alguna vez. En general afectan a personas de cualquier sexo y edad, pero tiene una incidencia mayor entre los 30 y 50 años y en muchos casos están estrechamente relacionados con la pérdida auditiva leve.
También hay factores externos que pueden propiciar la aparición y desarrollo de esta alteración auditiva.
“Algunos de ellos están relacionados a vivir o trabajar en ambientes muy ruidosos. Las infecciones, el stress, o golpes en la cabeza, así como dosis elevadas de determinados fármacos o disminución de riego sanguíneo también son elementos a considerar. Es importante comprender que cerca del 25% de los casos que pueden ser temporales al inicio, pueden transformarse en permanentes con el tiempo”, explica la Dra. Valeria García, fonoaudióloga.
Para disminuir los efectos de esta alteración auditiva, uno de los tratamientos más utilizados gracias a su elevada efectividad es la Terapia de Reentrenamiento del Tinnitus, con una tasa de éxito que se sitúa en torno a un 85%. La base de la TRT es distraer la atención del acúfeno hasta llegar a ignorarlo, y conseguir así recuperar el confort auditivo mediante diferentes herramientas de control.
“Este tratamiento se centra en el concepto de habituación. El paciente debe acostumbrarse a ese sonido hasta dejar de ser consciente de oírlo. A pesar de que el Sistema Nervioso Central lo termina procesando como un sonido importante, el cerebro puede enseñarle a que deje de procesarlo con ese significado y que pase a un nivel subconsciente” sostiene la Dra. García.
El padecimiento de esta afección puede desembocar en importantes trastornos como dificultad para dormir, ansiedad, pérdida de equilibrio o insomnio si no se trata a tiempo. Igualmente pueden aparecer otros síntomas auditivos como incapacidad para localizar sonidos, percepción anormal de la sonoridad, distorsión de los mismos o asincronía en su percepción, sobre todo en tonos altos.
En la mitad de las ocasiones los acúfenos afectan a los dos oídos y en una tercera parte llegan a interferir la actividad cotidiana por su grado de molestia. Para la doctora García “tratar en un periodo inicial el acúfeno hace que se incremente la tasa de éxito en un alto porcentaje. Por el contrario, no hacerlo puede hacer que el pitido o acúfeno se vuelva crónico”.
Si las personas creen tener esta afección pueden recurrir a centros especializados en estos tratamientos, donde se les realizará un conjunto de pruebas y test audiométricos, con el objetivo de estudiar la implicación de tres síntomas -acúfeno, hiperacusia e hipoacusia-.