El exceso de la plata física que todavía se usa como medio de pago sigue causando problemas, que puede convertirse también en mayores costos para los usuarios de dinero en efectivo.
Es que hoy los billetes, aunque pueda sonar raro, molestan, tanto en los bancos como en las empresas. Y les están generando un problema extra a las empresas de cobranza -mercado en el que Rapipago y Pago Fácil son las más conocidas.
El Banco Central no les recibe billetes a los bancos, y éstos a su vez les cobran una comisión (del 0,5 al 1%) a las grandes empresas que les llevan efectivo. Entre ellas, las de cobranza.
Entonces surge la disputa: ¿quién carga con ese sobre costo?. Las empresas de cobranza quieren trasladárselos a sus clientes (empresas de luz, gas, teléfono, etc). Pero como estos por ahora se niegan, no descartan cobrarle una comisión del 1% a quien vaya a pagar su factura en efectivo.
Hoy las empresas de cobranza reciben pagos por unos 90.000 millones de pesos al mes en sus 15.000 locales distribuidos por todo el país. Pero de ese monto, solo el 10% se realiza con tarjetas de débito. El resto: billetes.
Los bancos defienden el cobro de la comisión: dicen que se llenan de billetes que exceden los que necesitan para cubrir las exigencias del BCRA, y como no pueden colocarlo en Leliqs, por esos billetes sufren un costo financiero, intolerable en tiempos de alta inflación y altas tasas de interés.
Las empresas de cobranza también se quejan de los elevados costos de las empresas de transporte de caudales (un mercado dominado por Prosegur y Brinks) . Y decidieron cortar por lo sano. La empresa de servicios GIRE (Santander, HSBC y Citi) armaron una transportadora de caudales, que se llama Ducit, y sale al mercado con diez camiones.