La selección masculina de handball había arrancado 5-0 abajo ante la potente Hungría en su debut en el Mundial de Alemania-Dinamarca, pero el equipo mejoró, luchó y se llevó un empate.
Los Gladiadores comenzaron su participación en el Mundial de handball frente a Hungría, un duro rival que demostró su potencial en las primeras instancias del partido al sacar una ventaja prematura de 5 goles.
En el Royal Arena de Copenhague, Argentina abrió el Grupo D de la Copa del Mundo que se desarrolla en Alemania y Dinamarca. A pesar de las ausencias de Diego Simonet, Federico Pizarro y Pablo Vainstein, el conjunto liderado por el español Manuel Cadenas protagonizó un espectáculo conmovedor ante el combinado magiar.
El golpe por golpe fue la fórmula para cargar de expectativa a la capital escandinava. La igualdad en 25 arrojó una mezcla de sensaciones, dado que los albicelestes tuvieron la oportunidad de concretar la victoria, pero la jerarquía del rival deja el aspecto positivo de la repartición de puntos.
El representativo de la Europa del Este tiene el antecedente de ser subcampeón del mundo en 1986 y semifinalista en dos Juegos Olímpicos y tuvo entre sus filas al icónico Laszlo Nagy y al central Gabor Csaszar, del Kadetten Schaffhausensuizo.