Lo vivió un jugador de póker profesional, que no pudo aguantar un mes entero, tal cual era el desafío original. Ganó una buena cantidad de dinero.
Rich Alati, un jugador de póquer estadounidense, ganó 62.400 de dólares en una apuesta tras pasar 20 días encerrado en un baño sin luz. El desafío inicial consistía en pasar un mes entero en el cuarto a oscuras por 100.000 de dólares pero ambos jugadores decidieron de mutuo acuerdo rebajar finalmente el premio a 62.400 dólares, dado que no alcanzó a estar el mes entero.
Según Alati, en septiembre mantuvo una conversación con otro jugador profesional de póquer, Rory Young, que le preguntó cuánto tiempo podía sobrevivir en completa oscuridad en un espacio confinado, a lo que respondió que “un mes”. Inmediatamente, acordaron hacer una apuesta.
“You might get a little scared…” – Rich Alati
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— Poker Elephant (@PokerElephant) January 12, 2019
Alquilaron una habitación en Las Vegas, sellaron el baño con paneles para que no entrara nada luz e instalaron cámaras infrarrojas para grabar todo lo que pasaba dentro. Una de las cámaras permitía también transmitir voz.
Además de Rory Young, su padre y hermana tenían autorización para contemplar cómo pasaba Alati por aquel trance.
Después de pasar tres días en el baño, Alati empezó a tener alucinaciones. Según su relato, vio diferentes colores y formas, burbujas blancas, ventanas con luz, el cielo con estrellas e incluso un tren. “Solo tuve que convencerme de que no era real”, comentó el hombre a The Action Network. “Las alucinaciones no cesaron, pero me limité a dejar el miedo a un lado”, añadió.
Según Alati, la práctica del yoga y la meditación le ayudaron a pasar aquellas 20 días. “Sabía cómo entrenar mis pensamientos para ser positivo cuando lo necesitaba, lo que me ayudó de tener éxito”, explica el ganador, que asegura que practica yoga desde hace seis años.
Durante su encierro el hombre siguió una rutina estricta. Se despertaba, se bañaba y se duchaba, después comía y hacía ejercicios. Cuando le traían la comida, el hombre se movía a una parte aislada del cuarto.
“Era bastante creativo. Hice planchas anaeróbicas, abdominales y flexiones. Incluso hice flexiones con inclinación sobre la bañera y los fondos desde la repisa de bañera”, contó Alati. Cada día dormía entre 6 y 12 horas.