Con la llegada de los días cálidos, aumenta la incidencia del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH). Para evitarlo, es importante preservar las condiciones de higiene y una correcta manipulación de los alimentos.
Si bien el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es una enfermedad a la cual hay que prestarle atención durante todo el año, con la llegada del verano y las altas temperaturas suele potenciarse su aparición.
Durante la época estival, las enfermedades transmitidas por alimentos se incrementan. El calor favorece que las bacterias se reproduzcan, el traslado de alimentos puede provocar la interrupción de la cadena de frío y el uso más frecuente de piletas o ríos (agua no potable) aumenta la exposición a bacterias por ingestión.
Todos los días nuevos casos de SUH son comunicados en nuestra provincia. De acuerdo al informe epidemiológico provincial, en 2017 se registraron 36 casos, 15 menos que en el año 2016. Argentina es líder mundial en incidencia de esta enfermedad, por lo que constituye un verdadero problema epidemiológico. Desde el año 2000 es de denuncia obligatoria, razón por la que todo centro de salud público o privado debe notificar el caso a tiempo para confirmar el diagnóstico, aislar la bacteria, identificar el alimento involucrado y evaluar el riesgo de aparición de otros casos.
El SUH es una enfermedad grave pero evitable, que se transmite por agua o alimentos contaminados con una bacteria llamada Escherichia Coli, cuyo principal reservorio es el ganado vacuno.
La infección por Echerichia Coli, productora de toxina Shiga (STEC), es la causa más frecuente de SHU. La principal vía de transmisión son los alimentos contaminados: carne cruda o insuficientemente cocida, leche y productos lácteos no pasteurizados, vegetales crudos mal lavados, agua no potable, y contaminación fecal de aguas de ríos o piletas. La transmisión de persona a persona por vía fecal-oral y el contacto directo del hombre con los animales son las vías de transmisión más frecuentes.