La Nissan Terra de color amarilla propiedad de Abel Casimiro Campos fue vista por las cámaras municipales en cercanías del Camino Negro, en Ensenada. El escalofriante testimonio de un amigo del sujeto.
La desaparición de Gissella Solís Calle movilizó a las autoridades de La Plata, Ensenada y alrededores. La amplia zona de influencia del crimen, sumado a los cinco días entre que la odontóloga desapareció y la fecha en que Abel Casmiro Campos, su novio, se mató colocandolo como principal sospechoso de su desaparición, hicieron de la investigación una tediosa tarea.
Más de 30 cámaras se cotejaron en la ciudad de las diagonales para seguir el camino de la Nissan Terra de color amarilla propiedad de Campos. Las mismas ubican al vehículo en la zona donde fue encontrado el cuerpo de Gissella, una ruta que une Villa Elisa con Punta Lara, con asfalto precario y descampado a ambos lados. Un punto ciego sin cámaras, ideal para deshechar un cadáver.
El cuerpo fue encontrado a la vera de la ruta. Y si bien no se pudo identificar si fue Campos quien lo arrojó sí se determinó que en el vehículo viajaba una sola persona. La fiscal, Ana Medina, en paralelo, demandó un allanamiento en una casa quinta de Lobería, donde el hombre tenía a su familia.
El escalofriante testimonio de un amigo del novio
En el marco de la investigación por la desparición de Gissella, la fiscalía entrevistó a un amigo de Casimiro Campos. Daniel Scali, un hombre de 56 años que conoce a Campos desde 1981, contó una situación que llamó la atención de los investigadores.
El mismo día de la desparición la odontóloga, el miércoles 16, a las 11 de la mañana Scali y Campos se juntaron para saldar una deuda. Cuando éste le solicitó que le preste la camioneta, el lugo suicidado hombre se negó rotundamente.
“Cuando empezó a caminar para irse le comenté que las ruedas de mi camioneta estaban un poco gastadas, él me dijo que su auxilio estaba perfecto. Entonces le pedí si podíamos cambiar una de mis cubiertas delanteras por su auxilio. Me dijo que después lo veíamos. Insistí en que me mostrara el auxilio. Pero me dijo que no, que tenía unas herramientas y una pala en la camioneta y que tenía que sacar todo y que en ese momento estaba apurado. Le pedí entonces que me haga una gauchada, que me lleve a unas cuadras a comprar unas bolsas de papa así aprovechaba su camioneta. Me dijo que no, que tenía el baúl lleno de cosas e insistió en que estaba apurado. Luego se fue”, relató según consiga Infobae.